Arantxa Gorostiaga, autora del estudio de la UPV que ha analizado las consecuencias psicológicas del confinamiento y de la pandemia en la población, se ha mostrado partidaria de aumentar el personal de atención psicológica para poder prestar especial atención a las personas con problemas para superar las secuelas de los últimos tres meses.

El estudio, que dirige la profesora de Metodología de las Ciencias del Comportamiento, Arantxa Gorostiaga, muestra cómo indicadores como la incertidumbre, el malestar psicológico, la sensación de irrealidad o la angustia, se han disparado en la sociedad durante la pandemia. Una situación que se hace si cabe más difícil para los que han tenido contacto con la enfermedad o para aquellos que han perdido sus puestos de trabajo.

Además, la investigadora de la UPV, entrevistada en Euskadi Hoy Magazine de Onda Vasca, explica que han aumentado la práctica de malos hábitos alimenticios y las adicciones. Ha añadido que el riesgo está" en que estas conductas se alarguen en el tiempo".