- El uso de mascarillas no produce hipoxia o déficit de oxígeno en el organismo humano, como aseguran mensajes difundidos por WhatsApp y redes sociales en los que se afirma incluso que su utilización provoca "intoxicación por inhalación del propio CO2". "Yo no uso bozal" es el llamativo título de uno de estos mensajes, basado en una creencia que se difundió en varios países de habla hispana a partir de la última semana de abril y que circula por el Estado durante los últimos días compartida en perfiles de Twitter y Facebook, así como en conversaciones de WhatsApp.

"El uso prolongado de la mascarilla produce hipoxia", porque obliga a inhalar el dióxido de carbono (CO2) previamente exhalado y ello provoca "falta de oxígeno en sangre, mareos, malestar y mucho cansancio". Esa es la tesis de alguno de los mensajes, que a veces suman a esos síntomas también la "perdida de reflejos y del pensamiento consciente", así como "descomposición de la glucosa". Según afirman las mascarillas pueden generar sensación de ahogo, pero no hay evidencia alguna de que su uso produzca "hipoxia, acidificación del organismo o intoxicación por inhalación del propio CO2". Así lo confirma el doctor Jaime Barrio, del Consejo Científico del Colegio Oficial de Médicos de Madrid (Icomem). Las mascarillas "no están cerradas al paso de aire", ya que el material de la que están hechas permite que "entre el oxígeno y se elimine el dióxido de carbono", precisa este experto.

Respecto a la afirmación de que "practicar cualquier actividad física con mascarilla potencia gravemente sus efectos nocivos", como asegura una de las advertencias difundidas en estos mensajes, el doctor Barrio subraya que su uso para hacer deporte "no es obligatorio, pero pueden utilizarse". Puntualiza, de todos modos, que, al estar toda la boca y nariz cubiertas, sí existe "una limitación de la entrada habitual de aire, por lo que en el momento de realizar deporte puede llegar a ser incómodo y reducir el rendimiento durante el ejercicio físico".

El aire circula. En opinión de Antonio Blanes, director de Servicios Técnicos del Consejo General de Colegios Farmacéuticos el aire puede circular a través del material de la mascarilla; lo que se filtra son determinadas partículas según el tamaño de los poros.