- Con la pandemia de coronavirus, el uso de la mascarilla se ha generalizado y ante la recomendación de usar estos protectores faciales en todos los espacios públicos, las personas con sordera o pérdida auditiva se encuentran sumamente preocupadas dada las dificultades que se les presentan para poder leer los labios. Sin embargo, un centro sanitario vizcaíno, la Clínica Coda, ha encontrada la solución: mascarillas transparentes para ayudar a estas personas a poder comunicarse entre sí y con otras sin tener que levantar la mascarilla para poder leer los labios y exponerse así al contagio. Como la necesidad agudiza el ingenio, esta especie de invento fue ideado por la audióloga, Daiana Martínez. "Estamos haciendo un gran esfuerzo para poder regalar estas mascarillas sanitarias a las personas que nos las soliciten", aclara Martínez, desde la clínica especializada en adaptación de audífonos.

"Hemos hecho ya unas doscientas y el último lote de cincuenta son de doble capa con tela TNT (tejido sin tejer) que son más seguras y son las que recomienda el Ministerio de Sanidad", aclara Martínez, felicitándose de la buena acogida que han tenido estas protecciones que utilizan una doble capa de material textil y una ventana de plástico duro en la zona de los labios que permite la lectura labiofacial. "Dado que a través de las redes sociales nos las están pidiendo desde lugares como Zaragoza o Madrid, ahora confeccionaremos otras cien mascarillas, pero nuestra idea no es comercializarlas porque no están homologadas. Tan solo se nos ocurrió la idea para ayudar a las personas con esta problemática y en ello estamos", precisa.

Se calcula que en Euskadi hay unos cuatro mil ciudadanos sordos y otros 50.000 sufren discapacidad auditiva. Una afección que es invisible, por lo que físicamente resulta complicado saber si una persona es sorda o no, salvo cuando se comunica en lengua de signos o si lleva prótesis visibles. Por ello, la crisis de la pandemia de coronavirus convierte en más vulnerables a las personas con este problema. Porque el hecho de que las mascarillas habituales sean opacas e impidan leer los labios crea ansiedad y desasosiego a quienes sufren algún tipo de discapacidad auditiva que, además, se suma a la habitual falta de información adaptada a lengua de signos. Así y pese a reconocer su necesidad para evitar contagios, la asociación Euskal Gorrak ya ha denunciado que las mascarillas standar suponen una barrera añadida que dificulta sus actividades diarias.

Las mascarillas transparentes permiten, por tanto, a las personas con dificultades auditivas, usuarios de audífonos, implantes cocleares y a sus acompañantes poder ver los labios y así facilitar la comunicación verbal. En este sentido, la Confederación Española de Familias de Personas Sordas (FIAPAS) ya ha reclamado, por ejemplo, un refuerzo en la accesibilidad auditiva de las pruebas de acceso a la universidad de este año, ante la posibilidad de que se tomen medidas como el uso de mascarillas o el aumento de la distancia social, que perjudican a los estudiantes con problemas auditivos. Estas familias señalan que estas medidas sanitarias suman "barreras" para los estudiantes con alguna discapacidad auditiva, que se pueden encontrar con "mayores dificultades de acceso a la comunicación". Así, solicitan que cuando haya estudiantes con este trastorno se disponga de intérpretes de lengua de signos o bucles magnéticos que faciliten la comunicación directa con quien se encuentra al otro lado de la mampara, reduciendo el ruido ambiente y acercando la voz directamente a la persona sorda a través de sus prótesis auditivas.