o soplan buenos vientos para necesitar una atención sanitaria primaria o especializada que no sea algo relacionado con el coronavirus; ni tan siquiera para precisar una intervención quirúrgica menor, aunque fuera programada. No es que el servicio vasco de salud, los médicos o enfermeras no estén dispuestos y no realicen su actividad, pero es evidente que el esfuerzo de Salud se está dirigiendo en un porcentaje elevadísimo al monotema vírico. Por supuesto, no se han abandonado los tratamientos oncológicos, ni el pautado del sintrom, ni las diálisis, ni el control diabético... Pero sí el modelo adminstrativo-asistencial, todo en función de que estos pacientes de necesidad perentoria no sumen la infección vírica a su propia patología. El cuidado extremo para evitar estos contagios está haciendo que los tratamientos de necesidad rutinaria vayan a otro ritmo, con otras pausas, otras cadencias, aunque al parecer, siempre que no haya estado de por medio la epidemia, los resultados están siendo razonablemente parecidos a los que había hace un año.

Medicina personalizada

Cánceres

"Sí. Siguen dándome una atención exquisita personalizada en el Hospital; yo siento un poco agobio por mi parte por la gente que veo, pero también observo la inquietud entre los sanitarios que me tratan, que no tienen contacto con las secciones que atienden a pacientes con covid-19", relata a DNA Esperanza, una paciente gasteiztarra que desde hace un año se enfrenta a un cáncer muy diseminado, "mi bicho particular", con terapias muy agresivas. "Lo que más me angustia no solo es una posible infección, sino también tener que estar encerrada en casa, porque aunque antes no saliera demasiado sí lo hacía todos los días un ratito", recalca. Considera que su atención no se está resintiendo por el covid-19. "Todo lo contrario, si es posible nos evitan acudir al centro, o si tengo que acudir para alguna sesión de radio o quimio u otras pruebas siempre habilitan una sala para que esté sola y eliminar riesgo de infectarme y complicar aún más mi padecimiento; el trato es exquisito", explica.

Controlando las dolencias

Cardiovasculares

Aunque muchos ciudadanos hayan descubierto ahora los virus y puedan llegar a pensar que son nuestro único quebradero de cabeza, la realidad cotidiana es muy diferente y variada, por ejemplo, siendo las enfermedades cardiovasculares (ECV) las que más impactan, su tratamiento está siendo realmente un reto, no solo en lo personal, sino para los sanitarios y el propio sistema administrativo. Patxi, además de diabético lleva un marcapasos y necesita sintrom. "Cuando anunciaron el confinamiento me entró un poquito de preocupación, pero al menos, en lo que a mi respecta, el sistema, primero administrativo y después de atención sanitaria, está funcionando bien. Me llama el médico, me ajusta el sintrom con los datos que le aporta el enfermero que viene regularmente a mi casa. Mi encierro médico, no siendo lo que yo ansío, se parece bastante a una jaula de oro".

Ejercicios supervisados

Traumatología

Pilar tuvo la casualidad y mala suerte de atraparse una muñeca en una cama mientras hacía limpieza en casa estando sola justo el día anterior al decreto de confinamiento obligatorio; estuvo varias horas llamando a gritos hasta que al final un vecino contactó con la Ertzantza y pudieron acceder por el balcón a su vivienda. Ahora la recuperación la hace en casa con la ayuda de un sanitario que acude si lo necesita; la Cruz Roja le acerca los medicamentos y está en contacto con su ambulatorio. "Es cierto que no puedo acudir mi ambulatorio de Bilbao para la rehabilitación, pero dada la situación que nos cuentan por televisión prefiero no tener que salir de casa", señala esta septuagenaria.

Bajo control de la enfermería

Diabetes

Josetxu no sufre una diabetes muy aguda porque la controla con las pastillas de insulina, pero la limitación de movimientos y tantas horas en casa sí complican mantener su estabilidad glucídica. Normalmente hacía todos los días, en dos tandas, entre 8 y 10 kilómetros andando, tiempo que no estaba en casa; ahora, este pamplonica no solo no puede hacer ese ejercicio, sino que además está más horas en casa, con la tentación permanente de comer más, de visitar más la nevera, un riesgo añadido para todos, pero especialmente para los diabéticos. "Como soy un diabético controlado ya se han puesto desde Osasunbidea un par de veces en contacto conmigo y me siento tranquilo, pero sí expectante. Para mí, es clave mantener mayor actividad física", se lamenta.

Medidas normales

Hipertensión

Ana ha traspasado los sesenta y se cuida para mantener a raya una hipertensión que le suele traer por la calle de la amargura.

Esta eibarresa forma parte del colectivo de pacientes que más dudas está planteando en las consultas de atención primaria que se llevan a cabo en los centros de salud durante este periodo de confinamiento. Los facultativos de la semFYC le han explicado que, en consonancia con el muy reciente posicionamiento de la Sociedad Europea de Cardiología e Hipertensión Arterial y de otros estamentos oficiales, "no hay evidencia para aconsejar medidas especiales de prevención en los pacientes hipertensos, distintas a las del resto de la población" ante el coronavirus. "Sigo cuidándome y tomándome la medicación", apunta.

Contacto directo con su médico

Depresión

Problemas laborales con situaciones de ninguneo sistemático y acoso le provocaron a la treintañera Miren, informática de profesión, caer en el pozo negro de la depresión en el que se halla desde unos meses antes de declararse la pandemia del covid-19. Esta gasteiztarra, en contacto telemático con el médico de familia que controla su tratamiento, sigue al pie de la letra las recomendaciones que le han fijado desde Osakidetza. No le resulta complicado el enclaustramiento forzoso, pues su actual visión negativa de la vida le hacía, ya antes del decreto, permanecer encerrada en casa; pero ahora, a su negativismo se le suma el conjunto de acontecimientos desagradables y de alarma que están desarrollándose.

"Sigo al pie de la letra el tratamiento pautado, así como el contacto y la comunicación con mi entorno próximo", señala. Ante cualquier agravamiento de sus síntomas, Miren cuenta con los recursos sociosanitarios de Osakidetza.

Dolencias respiratorias

Asma y EPOC

A Natxo, afectado por asma y EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica), motivada por sus más de tres décadas fumando dos paquetes de cigarrillos diarios, su especialista le ha tranquilizado, pues a pesar de sus patologías respiratorias no tiene un mayor riesgo de infectarse por el virus SARS-CoV-2 y, si tiene controlada su enfermedad respiratoria de base, debe continuar con el tratamiento que le ha recomendado. Aunque también es consciente de que los pacientes con asma o EPOC que ingresan por haberse infectado con coronavirus suelen presentar peor pronóstico. Natxo hace caso de los consejos de su especialista que "mantiene mi terapia habitual que me funciona bastante bien", reconoce.

Enfermedades reumáticas

Artritis reumatoide

A Javier, aquejado de artritis reumatoide, su facultativo de cabecera le ha dicho que por sufrir esta dolencia reumática no presenta más riesgo para desarrollar formas graves de la enfermedad causada por SARS-Cov-2. "Lo que sí me ha advertido es de que no suspenda el tratamiento de forma unilateral por miedo al covid-19, ya que podría tener graves consecuencias para mí", dice. "La medicación me permite llevar una vida bastante normal. Cuando empezó a golpear el virus y vi el colapso de Osakidetza me asusté y llamé a mi médico que me tranquilizó y despejó mis dudas sobre cómo podía afectar el virus a mi dolencia", señala este exprofesor de la UPV-EHU. Javier siempre tiene a mano el contacto para pedir una cita telefónica ante algún brote importante de su dolencia o por si se detectara algún síntoma sospechoso de infección.

Atención controlada

En diálisis

Ceferino es paciente renal que necesita diálisis tres días a la semana. A sus setenta años, la vorágine del hospital le tiene sobrepasado, pero la atención que está recibiendo es puntual y suficientemente controlada para no tener complicaciones por contagio. Le han ajustado el horario, la entrada al hospital y los tiempos de espera para no coincidir con otros enfermos, pero globalmente la asistencia que recibe es prácticamente igual a la que tenía antes de la llegada del covid-19, porque la máquina es su vida. "Al principio, con tanta presión asistencial me asusté, porque no sabía cómo iba a afectar a mi atención en el hospital, pero estoy tranquilo, porque la asistencia sigue siendo inmejorable", recalca.