Entre los intentos de estafa por Internet que han resurgido al calor de la crisis sanitaria del coronavirus destaca estos días el de la supuesta empresaria y heredera con una enfermedad terminal dispuesta a donar su fortuna a quien haga buen uso de ella, un timo sobre el que ya advierte la Policía.

En los últimos días, se ha detectado en el Estado español un envío masivo de correos electrónicos en los que una supuesta empresaria y rica heredera francesa gravemente enferma se ofrece a donar al destinatario 750.000 euros porque ha visto el perfil del destinatario en Internet y piensa que es una persona "honesta y confiable", idónea para hacerse cargo de esa fortuna y destinarla a un "buen uso".

DATOS

Es un antiguo sistema de fraude, conocido en el ámbito policial como "carta nigeriana", con el que el delincuente pretende en realidad ganarse la confianza de la víctima y convencerla de que le ingrese una cantidad de dinero con el fin de afrontar unos supuestos gastos inesperados mientras se completan los trámites necesarios para hacer efectiva la entrega de su fortuna.

La Policía ya ha advertido estos días a los ciudadanos confinados y sensibilizados por la crisis sanitaria de que, si reciben un correo similar, no hagan "ni caso", porque se trata del "fraude vintage" de "las cartas nigerianas", un timo sobre el que ya había alertado en octubre del año pasado.

"Un desconocido te ha escrito para darte gran parte de su fortuna, ya que tiene problemas para cobrarla... ¿No te suena raro?". Así avisaba entonces la Policía, a través de Twitter, para que nadie cayera en la red de los estafadores.

Según la define el "Diccionario de términos jurídico-policiales" de Juan Checa Domínguez, editado por el Ministerio del Interior, la "carta o estafa nigeriana" es un tipo de fraude que busca captar usuarios de correo electrónico a través de un mensaje inicial en el que se ofrece una herencia u otro tipo de ardid.

CARTAS NIGERIANAS: UN FRAUDE CON MUCHAS VARIANTES

Entre otros posibles señuelos, el estafador puede presentarse como miembro de un gobierno africano, o bien como un alto directivo de un banco o una petrolera, que pide a su víctima que le facilite los datos de su cuenta bancaria para ingresar un dinero que quiere sacar del país.

Si esta persona accede, tras unos cuantos contactos más por teléfono o correo electrónico, se le pide una cantidad de dinero para un "gasto inesperado" o un soborno. Después de esto, como es lógico, a la víctima ni le devuelven esa cantidad ni le hacen llegar lo que le habían prometido.

Este fraude se puede presentar incluso bajo la modalidad del "timo de la lotería": El mensaje inicial informa a su receptor de que ha sido premiado (aunque no haya participado en el sorteo) y se le pide un reembolso para hacer frente a determinados trámites. Otra denominación policial es la de "fraude 419", por el número del código penal nigeriano que infringe.

CIEN PERSONAS CONDENADAS POR TIMAR A 6.500 VÍCTIMAS

Aunque haya a quien le cueste creer que así se pueda engañar a mucha gente, lo cierto es que la Audiencia Nacional condenó el pasado diciembre a 105 agentes de la compañía Western Union, la mayoría nigerianos, por participar desde locutorios de distintas provincias españolas en una estafa internacional de este tipo, con al menos 6.513 víctimas en 18 países de los cinco continentes.

Según las denuncias presentadas hasta octubre de 2014, el importe total de lo defraudado asciende a 17,5 millones de euros entre 2009 y 2012, periodo en el que los locutorios investigados recibieron 7,5 millones de euros y remitieron a Nigeria más de 47 millones.

La diferencia entre la cantidad denunciada y la detectada como remitida a Nigeria, según la sentencia, "se debe a que existe una elevada cifra oculta de víctimas que no presentan denuncia", bien por desconocer que han sufrido una estafa, por vergüenza, o por miedo, ante las amenazas que pueden recibir de los integrantes de la organización criminal.