i ya de por sí la situación de confinamiento resulta difícil de entender para los mayores, más aún para los más pequeños de la casa. Las personas adultas deben tomar las riendas de la situación a la hora de explicarles lo que ocurre y de marcarles unas rutinas y normas que permitan mantener una convivencia en paz.

En el apartado relativo al estudio o aprendizaje, es necesario establecer unos acuerdos sobre tiempos y recursos a utilizar, y también sobre el tipo de entretenimiento a fomentar. En cuanto a las rutinas diarias, también es fundamental el papel de las familias para unificar criterios, debiendo hacer partícipes a todas las personas que componen la unidad familiar, sea cual sea su edad. La creación de una tabla donde aparezcan las tareas de hogar puede ayudar mucho.

El Servicio Vasco de Mediación Familiar del Gobierno Vasco aconseja a su vez facilitar a que los niños y niñas expresen lo que sienten en cada momento y ayudarles a que se relacionen con sus familiares y amistades a través de las nuevas tecnologías. En caso de que necesiten expresar su malestar, sus necesidades, sus frustraciones o sus miedos en este tiempo de confinamiento, disponen del teléfono de ayuda a la infancia y la adolescencia 116111 (Zeuk Esan), atendido por un equipo profesional que tratará de orientarles.

Para las familias en las que solamente hay un hijo o hija hay recomendaciones específicas. En estos casos es importante evitar que pasen mucho tiempo jugando solos con los videojuegos y las máquinas y buscar referentes infantiles a través de videollamadas y crear espacios a través de los medios telemáticos para que puedan verse, hablar e incluso jugar, sin interferencias adultas. También es una oportunidad para inventar y crear juegos.