Las primeras jornadas feministas de nuestro país se celebraron en Leioa en diciembre de 1977. Desde entonces, se han ido organizando jornadas en varios momentos, la última de ellas el pasado mes de noviembre en Durango. En las V Jornadas Feministas de Euskal Herria nos reunimos mujeres muy diversas, con un objetivo: reflexionar juntas para marcar la agenda del movimiento feminista en los próximos años. El feminismo, siempre mirando al futuro€ sin olvidar nunca su pasado.

Este 8 de marzo llega tras dos años en los que en este día la participación ha sido masiva y con una repercusión social sin precedentes. En las movilizaciones, muchas mujeres jóvenes, algunas experimentando su primer 8 de marzo en la calle. Es primordial conectar a aquellas mujeres de las jornadas feministas del 77 con estas jóvenes, para que sean conscientes de que el trabajo por los derechos de las mujeres no ha nacido de la nada ni ha nacido hoy, que es una lucha que viene de atrás, con nombres de mujeres anónimas en la mayoría de los casos, sin cuya aportación los avances en igualdad de las últimas décadas hubiesen sido imposibles. Conectar a las jóvenes con las veteranas, al igual que estas últimas han estado conectadas a la historia del feminismo, que les ha dado instrumentos y luz para seguir un camino difícil, lleno de obstáculos, como es el de la conquista de sus propios derechos.

Mirar al pasado es imprescindible para avanzar hacia el futuro. Este año se conmemora el 25 aniversario de Declaración y Plataforma de Acción de Beijing, la declaración a nivel mundial que supuso el plan más progresista que jamás había existido para promover los derechos de las mujeres, presentando el empoderamiento de las mujeres como una estrategia clave del desarrollo ; conmemoramos el 20 aniversario de la resolución 1325 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas sobre las mujeres, la paz y la seguridad; se cumple también este año el 15 aniversario de la aprobación en Euskadi de la Ley para la Igualdad de Mujeres y Hombres, que supuso un hito en el avance de las políticas de igualdad de nuestro país; y el 5 aniversario de la aprobación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, cuyo objetivo 5: "La igualdad de género y el empoderamiento de mujeres y niñas", nos vuelve a recordar que no hay desarrollo sostenible sin igualdad.

Los frutos del trabajo por la igualdad siempre se siembran con tiempo, porque si algo sabe el feminismo es que los avances no se producen de un día para otro, sino que hay que tomar las decisiones hoy para que se hagan realidad mañana y que no hacerlo supondría una grave irresponsabilidad. El feminismo, irremediablemente, siempre mirando al futuro€ sin olvidar nunca el pasado.

Este 8 de marzo desde Emakunde hemos lanzado la campaña Sin cadenas, en cadena precisamente para rendir homenaje a todas las mujeres que en el pasado han ido conquistando derechos y dando pasos hacia la igualdad, abriéndonos el camino y, al mismo tiempo, hacer un llamamiento a las nuevas generaciones para que la cadena no se rompa y siga fortaleciéndose. Una cadena que simboliza la unión de mujeres diversas en la lucha por sus derechos, el trabajo en equipo, la sororidad, la transmisión intergeneracional del trabajo por la igualdad y la necesidad de seguir impulsando el empoderamiento de las mujeres. Conseguir el compromiso de las nuevas generaciones para seguir impulsando esta misión en cadena es un objetivo primordial.

Para ello conectamos con la campaña Generación Igualdad: Por los derechos de las mujeres y un futuro igualitario impulsada por ONU Mujeres a través de la que está reuniendo a las próximas generaciones de activistas en favor de los derechos de las mujeres con las defensoras y los defensores de la igualdad de género y las personas visionarias que fueron indispensables en la creación de la Plataforma de Acción de Beijing. También aquí en Euskadi, en el marco de esta campaña impulsaremos encuentros intergeneracionales para que la cadena no se rompa, para que los diversos eslabones sigan uniéndose y tramando un camino que solo puede llegar al destino generando alianzas y trabajando en equipo.

Construir el futuro tiene que ver mucho con el pasado. El trabajo por la igualdad no nace de cero, sino que cuenta con una genealogía feminista y un compromiso de muchas personas y agentes sociales que se han encargado de mantener en el tiempo su reivindicación. Es absolutamente necesario ser consciente de ello cuando este 8 de marzo volvamos a salir a la calle a dar continuidad a esta larga cadena de la cual cada eslabón es imprescindible.

La autora es directora de Emakunde/Instituto Vasco de la Mujer