Vitoria. El Ministerio de Sanidad no descarta elevar el nivel de alerta en zonas "muy concretas" del País Vasco al haber un caso de positivo por coronavirus en Vitoria cuyo origen se desconoce, una medida que supondría reducir la movilidad, controlar los eventos multitudinarios, restringir agrupaciones de personas e incluso cerrar escuelas.

En Euskadi el número de casos de coronavirus este lunes asciende a 9 y todos los afectados están en buen estado y siguiendo tratamiento en su domicilio, tal y como ha precisado el Servicio Vasco de Salud, que ha añadido que de manera paralela, los equipos de epidemiología están haciendo seguimiento a los contactos de los infectados y atendiendo los casos sospechosos que cumplen criterios de riesgo.

Entre esos 9 positivos se encuentra una profesional sanitaria de Txagorritxu en Vitoria que es uno de los alrededor de 11 casos de toda España en los que no se ha identificado el origen del contagio.

En estos momentos en España los casos de coronavirus ascienden a 120 y la alerta se mantiene en el nivel 1, denominado de contención en la que no se recomienda suspender eventos sociales. Sin embargo Sanidad no descarta un cambio de escenario en zonas "muy concretas" tanto del País Vasco como de la Comunidad de Madrid, donde se ha detectado el mayor número de casos, con el principal foco en Torrejón de Ardoz.

El aumento del nivel de alerta supondría activar medidas con un coste económico "importante" que pasarían por reducir la movilidad, controlar los eventos multitudinarios, restringir las agrupaciones de personas -lo que incluiría apostar por el teletrabajo- e incluso el cierre de escuelas, según ha indicado el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón.

Este tipo de decisiones solo se tomarán una vez asumido que no se puede controlar la transmisión de este virus y antes de hacerlo habrá que valorarlo "con mucho cuidado" y hacerlo "en el momento justo", no antes, ha añadido Simón.

Por el momento en Euskadi el Servicio Vasco de Salud ha remitido una circular a sus trabajadores para transmitirles una serie de normas preventivas adicionales y la necesidad de extremar las precauciones.

En esa circular se indica que los pacientes no podrán abandonar la habitación durante su ingreso hospitalario y las visitas se restringirán a una persona por paciente para evitar la transmisión del coronavirus. El objetivo es prevenir los casos de infección porque se prevé que "la incidencia aumente".

Los profesionales sanitarios deben asimismo "extremar las precauciones" y se subraya que deben lavarse las manos con agua y jabón, y usar mascarilla quirúrgica con pacientes que tengan clínica respiratoria que no sea sospechosa de coronavirus.

Además se pide a aquellos que tengan fiebre o infección respiratoria aguda que no acudan a su puesto de trabajo en los centros sanitarios. Osakidetza ha suspendido todos los permisos para asistir a cursos y congresos y ha anulado toda la actividad formativa presencial programada.

De hecho el congreso nacional de Psiquiatría que iba a reunir desde este miércoles en Vitoria a más de 600 profesionales de toda España ha sido aplazado a septiembre como medida preventiva.

También se ha cancelado por el mismo motivo la Semana de Humanidades organizada por la Academia de Ciencias Médicas de Bilbao que se iba a inaugurar esta tarde y los sindicatos Satse, CCOO y UGT han anunciado la suspensión temporal de las movilizaciones convocadas entre los trabajadores de Osakidetza para exigir su derecho a la carrera profesional.

Desde el ámbito sindical, ELA ha denunciado la falta de medidas de control, de previsión y de formación por parte de Osakidetza ante el coronavirus y ha acusado al Servicio Vasco de Salud de "poner en peligro" a los trabajadores y pacientes por no haber aplicado "adecuadamente los protocolos".

Esta central ha calificado de "crítica" la situación que existe en el Hospital de Txagorritxu de Vitoria, donde hay dos médicas que han dado positivo y se ha puesto a la plantilla vinculada con ellas en cuarentena, por lo que ha exigido garantizar la seguridad de los facultativos y de los pacientes.

Entre los aislados por haber mantenido contacto con una de esas dos facultativas está el ex delegado del Gobierno en el País Vasco, Jesús Loza, hematólogo de profesión que se incorporó a su puesto en Txagorritxu tras ser relevado de su cargo institucional el pasado 11 de febrero y que, aunque no presenta síntomas, deberá estar 14 días en cuarentena en su casa como medida de precaución.

También LAB ha reclamado a Osakidetza que ponga los medios suficientes para que sus trabajadores puedan realizar su labor de "forma segura", que se refuerce la plantilla donde sea necesario, y ha pedido asimismo una campaña informativa "clara, concisa y no alarmista".