BILBAO. El consejero de Medio Ambiente, Planificación Territorial y Vivienda del Gobierno Vasco, Iñaki Arriola, ha rechazado este miércoles que haya habido "falta de rigor" en el control del vertedero de Zaldibar, que se derrumbó el 6 de febrero y sepultó a dos trabajadores, y ha insistido en que no había "ningún indicio" de que se pudiera producir un desplazamiento de tierras.

En una entrevista concedida a la cadena SER, recogida por Europa Press, Arriola ha señalado que, "afortunadamente, después de unos días de lucha intensa con una situación muy difícil", se ha logrado apagar el fuego. "Es una buena noticia y ahora tenemos que controlar que no se vuelva a producir", ha indicado. Además, cree que se va a volver a la tranquilidad en lo que se refiere a la calidad del aire.

El responsable de Medio Ambiente ha señalado que puede que, en los primeros momentos, cuando se produce el desprendimiento de tierra y, "debido seguramente a la celeridad con la que hay que actuar", hubiera "momentos en los que se puede haber producido descoordinación".

En cuanto a la labor de control del vertedero, ha afirmado que se está aplicando "con todo rigor las previsiones recogidas en la Ley de Prevención y Control Integrado de la Contaminación". En este sentido, ha puesto en valor la labor de los técnicos y ha asegurado que, "en ningún momento", ha existido "una falta de rigor en ese control".

Iñaki Arriola ha indicado que estos inspeccionan "el cumplimiento mediambiental de los vertederos referidos al tratamiento y depósito de los residuos, y la seguridad y estabilidad es responsabilidad exclusiva de la empresa".

SIN INDICIOS DE RIESGO. En esta línea, ha asegurado que no se constaba que hubiera algún problema en la escombrera porque, en la documentación que tiene que entregar la empresa al Gobierno Vasco, "en ningún momento alertó de la situación que pudiera suponer que se llegara al deslizamiento o derrumbe del vertedero".

"En ningún momento la empresa ni ninguna persona comunicó al Departamento del Gobierno Vasco que pudiera haber algún riesgo en este sentido. Si hubiese habido algún aviso, habríamos intervenido, pero no ha sido así", ha indicado.

Arriola ha precisado que había "cosas pequeñas" que Verter Recycling no estaba haciendo bien, como constan en las inspecciones del 10 de junio y el 10 de julio, pero "que nada tienen que ver con la estabilidad".

"Todas las cuestiones que se detectan como situaciones que no se estaban haciendo bien, tienen la calificación de leve, menos una que tiene una calificación de moderada, pero para nada tiene que ver con la estabilidad", ha aseverado.

Por ello, ha indicado que en la inspección de julio no se detectaron, "para nada, situaciones de las que pudieran derivarse riesgos en la estabilidad". "Lo último que tenemos, en cuanto a la información de la estabilidad, es un informe que nos pasa la empresa el 21 de enero que dice que el vertedero es estable", ha señalado.

Por lo tanto, ha asegurado que no tenían "ningún indicio de que esto pudiera ocurrir". "Lógicamente, las causas se sabrán en el contexto del expediente del Departamento o de la investigación judicial. Tendrá que haber unos peritajes que determinen qué es lo que ha ocurrido porque algo ha pasado, algo ha ocurrido, alguna causa hay para que esto haya sucedido", ha admitido.

BÚSQUEDA DE LOS TRABAJADORES. El consejero ha señalado que se está ahora en la labor de búsqueda de los dos trabajadores atrapados por el derrumbe, Alberto Sololuze y Joaquín Beltrán, y se ha atajado el problema del fuego "con los medios y coordinación del Departamento de Medio Ambiente porque los Bomberos eran incapaces de acceder a la zona".

"Ahora seguimos buscando a las víctimas e intentar estabilizar el vertedero con acciones para que no se produzca un nuevo desprendimiento de tierras. Para eso, tendremos que habilitar en la zona algún depósito provisional (de residuos), que nos permita hacerlo con garantías y actuar descargando zonas, de las que hay que descargar peso para evitar riesgos de desprendimientos, y para avanzar en la búsqueda de la personas", ha manifestado.

Iñaki Arriola ha indicado que el vertedero tenía permiso para residuos de construcción que podían contener amianto "en condiciones muy determinadas de transporte y de almacenamiento". Según ha asegurado, los informes entregados por la empresa reflejaban que cumplían los requisitos, habían identificado la localización de los depósitos "encapsulados".

INVESTIGACIÓN.

Arriola ha apuntado que, en primer lugar, su Departamento abrirá a la empresa expediente y, después, analizarán si se persona el Gobierno Vasco en esa causa abierta en el Juzgado de Durango. "Eso se encuentra en fase de diligencias previas y el Juzgado tendrá que determinar los pasos que tiene que dar", ha apuntado.

El consejero de Medio Ambiente ha señalado que habrá que reflexionar sobre si la gestión de estos vertederos tienen que estar en manos públicas y no privadas, pero "lo que hay a día de hoy desde el punto de vista del control de inspecciones de este tipo de instalaciones se basa en una Ley muy avanzada y muy exigente desde el punto de vista de la prevención y el control integrado de la contaminación, basada en parámetros europeos".

"Lógicamente, en la medida en que pasa un acontecimiento desgraciado de estas características, hace reflexionar. Si hay que reflexionar, reflexionemos, pero tendremos que cambiar las leyes", ha concluido.