Donostia - Queda menos de una semana para que los canales de la TDT dejen de emitir en sus antiguas frecuencias y las comunidades de vecinos ultiman las adaptaciones que requieren las antenas para poder seguir viendo la televisión a partir del próximo miércoles. El cambio lleva un año anunciado y desde septiembre se tiene conocimiento de la fecha exacta del apagón, pero como casi siempre, hay quien ha dejado esta tarea para el último momento y ahora a los antenistas se les amontona el trabajo. Para finales de enero, seis de cada diez edificios ya habían adaptado sus antenas; ahora, quienes tienen esta labor pendiente se afanan por encontrar un profesional que lleve a cabo las adaptaciones pertinentes y los antenistas advierten: "Todo el mundo nos está llamando; no damos abasto".

Buen reflejo de ello es que algunas empresas ya trabajan con lista de espera. Así lo constata Ainhoa, de Antenas Tolosa, que explica que las peticiones que les están entrando en las últimas horas no podrán atenderlas "hasta la semana que viene". "Si llamas hoy, igual hasta después del 11 no podemos hacer nada porque estamos completos", afirma, al tiempo que bromea: "El pánico todavía no ha cundido; lo hará cuando se quite la señal y la gente se quede sin ver la tele".

Sin embargo, lanza un mensaje de tranquilidad a aquellos vecinos que todavía no han contactado con el técnico. No hay problema en adaptar la antena después del día 11, más allá de que te quedes varios días sin ver algunos canales. "En el momento en el que se adapte, volverán a ver la tele con normalidad", dice.

Trabajando desde septiembre Este inusual volumen de trabajo ha sido más acusado en las últimas semanas, pero desde mediados de septiembre, cuando el Ministerio fijó ya la fecha del apagón, las empresas vienen realizando las adaptaciones.

Según cuentan los responsables de Antenas Ilargi en cuanto tuvieron conocimiento de la fecha se pusieron en contacto con los administradores de las comunidades a los que habitualmente prestan servicio para notificarles lo que tenían que hacer. "Informamos a todas las comunidades de nuestra cartera de clientes, les enviamos una carta y ya empezamos a trabajar bastante fuerte, lo que pasa es que hay quien hasta ahora no se ha interesado por el tema: Ya llegará, ya llegará, y ahora se encuentran con que se quedan sin tele", cuentan desde este establecimiento de Irun.

Pese a que desde finales del verano el trabajo ha sido escalonado, la aparición de publicidad en la televisión al respecto ha provocado una oleada de llamadas y consultas en los antenistas. "Hay mucha gente que está llamando, que están preguntando si ellos lo tienen que hacer o no. Hay mucha desinformación", lamentan en esta tienda.

Mientras tanto, el trabajo se intensifica. En la última semana han recibido 50 encargos. "Se tratará de que todo esté para el día 11, pero trabajando el sábado por supuesto y haciendo todo lo posible. Al final a la gente lo que le ha pasado es como que no se lo acababa de creer y ya ha llegado. Ahora hay algunos que te piden presupuesto -el coste de la adaptación ronda entre los 350 y los 500 euros-, pero hasta que lo aceptan... No podemos garantizar que vaya a estar para el 11. Hasta ahora sí que lo estábamos garantizando pero hoy nos han entrado cuatro o cinco pedidos y ya estamos diciendo que lo intentaremos pero que no sabemos si se va a llegar", confirman.

Lamentan que el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital haya tardado tanto en hacer campañas publicitarias informando de la necesidad de adaptación de las instalaciones actuales: "Ha llegado tarde, con muy poco tiempo; en 2010 hubo mucha más información. Nosotros sabíamos que esto se iba a producir, pero no teníamos fechas. Ha sido a partir que han empezado las informaciones en la tele cuando nos ha entrado el mogollón de trabajo". "Aunque bueno, no sé si no es mejor esto a que vengan todos de repente el día 12 diciendo que no ven la tele", bromean.

Las mismas quejas tiene Kepa Zabalza, de Antenas Zabalza. "Manda huevos que hayan empezado con los anuncios en la televisión hace dos semanas cuando esto se sabe hace más de un año. Todo el mundo nos está llamando ahora y estamos con un aluvión de trabajo descomunal", se queja este profesional del sector.

"Todo el mundo tiene prisa, pero nosotros tenemos que ir a la comunidad, ver qué tipo de equipo tienen, mandarles un presupuesto, que te den la aceptación y hacer el trabajo que nos lleva unas dos horas. Andamos locos", afirma Zabalza.

Además, sospecha que esta carga de trabajo no desaparecerá el martes. "La gente en casa, el miércoles, tiene que resintonizar las televisores porque se les van a desordenar todos los canales de televisión. Tienen que hacer una carga nueva y organizar todos los canales. Es bastante sencillo, pero mucha gente mayor no sabe hacerlo y ahí vamos a tener otro montón de llamadas. Eso ya va a ser la locura máxima", anticipa. De hecho, en su empresa, no hay ni un solo hueco para atender llamadas el próximo miércoles. "Lo tenemos ya ocupado entero; vamos a estar todo el día sintonizando televisores por todas partes", asevera.