Madrid - El Gobierno de Sánchez se comprometió a actuar "rápido y con decisión" para paliar los considerables daños materiales y humanos ocasionados por la borrasca Gloria, que ayer dio sus últimos coletazos con lluvias en Andalucía, tras dejar a su paso un balance de 13 fallecidos, la mitad de los registrados en todo 2019. Gloria dejó lluvias y tormentas en Andalucía, mientras se realizan las primeras evaluaciones de los daños producidos en Catalunya, Comunidad Valenciana y Baleares a la espera de las medidas que se aprobarán en el Consejo de Ministros el próximo martes.

Ayer, una comisión interministerial, presidida por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, acordó que el Consejo de Ministros apruebe los informes preliminares sobre los daños registrados por la borrasca en el litoral mediterráneo y en Baleares para agilizar "cuanto antes" las ayudas para las zonas más afectadas. Sánchez aseguró que se actuará "rápido y con decisión" para paliar los daños materiales y humanos registrados por la borrasca. El presidente español reconoció que "hay que ponerse manos a la obra" para recuperar las infraestructuras turísticas dañadas, sobre todo, con miras a la Semana Santa y también agilizar los trámites para conceder ayudas a las zonas y sectores más afectados. A esa normativa se suma el decreto de emergencia climática aprobado esta semana para afrontar la emergencia climática, ante la cual España es "especialmente vulnerable". El presidente expresó su solidaridad con los afectados por este temporal -que se inició el domingo pasado- y, hasta el momento, deja trece muertos y diez desaparecidos, tres en las Islas Baleares, una en Catalunya y seis en un barco en el Estrecho, donde se intensificó su búsqueda tras descartarse una colisión con otro buque.

Una cifra récord Las trece víctimas mortales es una cifra récord en un episodio meteorológico en un mes de enero en lo que va de siglo. El dato es relevante dado que el registro de 26 víctimas mortales en 2019 en diversos fenómenos meteorológicos supuso un récord en los últimos diez años. Pese a que las lluvias y nevadas cesaron ayer, los caudales de los ríos en Catalunya fluyen llenos, una situación que llevó a las autoridades a seguir recomendando a los ciudadanos precaución si deben acercarse a ríos, rieras o torrentes.

Los vecinos de una treintena de municipios de la cuenca baja del río Ter, en Girona, volvieron a salir a la calle tras permanecer confinados en sus casas ante el peligro de inundaciones y desbordamientos. No obstante, unos 4.100 alumnos no pudieron asistir ayer a clases por inundaciones, cortes de vías y desprendimientos tras cuatro días de fuertes rachas de viento, intensas precipitaciones y oleaje.

En la Comunidad Valenciana, los municipios afectados por el paso del temporal, sobre todo los del litoral, dispondrán de un plazo de 45 días para solicitar las ayudas necesarias para paliar los daños. - Efe