donostia - Los familiares del donostiarra Mikel Manzano y del vecino de Igantzi Xabier Taberna, los dos jóvenes fallecidos en un accidente de tráfico en la N-121-A en la variante navarra de Olagüe, trasladaron ayer al presidente del Parlamento, Unai Hualde, la necesidad de adoptar medidas urgentes para reducir la siniestralidad de esa vía.

En el transcurso de la reunión, en la que participaron también alcaldes y representantes municipales de ayuntamientos de la zona, se planteó la necesidad de adoptar "medidas urgentes para reducir la siniestralidad" en esa vía, más allá de las soluciones a largo plazo que pudieran llevarse a cabo.

En ese sentido, según informó la Cámara, Hualde facilitó el contacto con los grupos parlamentarios para poder tramitar cuanto antes la celebración de una sesión de trabajo dedicada al planteamiento y estudio de las iniciativas que se consideren más apropiadas.

El alcalde Igantzi, Juan Carlos Unanua, agradeció la buena disposición del presidente del Parlamento e insistió en la necesidad de "poner remedio sin dilación a esta sangría. Estamos ante un problema social que ya no admite demora".

En el encuentro celebrado en la sala Julia Álvarez de la sede de la Cámara tomaron parte, entre otros, los alcaldes de Bera, Lesaka, Igan-tzi, Arantza, Etxalar, Ezkabarte y Doneztebe, además de cargos municipales de Baztan y Anue.

Mikel Manzano, vecino de Donostia de 21 años, y Xabier Taberna, vecino de Igantzi de 19, fallecieron en un accidente en la variante de Olagüe, en el que se vieron implicados un camión y cuatro turismos y en el que otras cinco personas resultaron heridas. - Efe