madrid - El azote de las tres grandes borrascas que han atravesado la península desde el lunes remitirá en el inicio de la semana para dar paso a una situación de estabilidad atmosférica y tras haber causado seis muertos, graves estragos materiales, cortes en el transporte y miles de intervenciones de emergencias.

Después del paso de Daniel y Elsa, la profunda borrasca atlántica Fabien fue alejándose rápidamente de la península ayer pero a su paso dejó, como sus predecesoras, miles de incidencias, rachas de viento huracanadas cercanas a los 180 kilómetros por hora y olas de 20 metros.

El suceso más grave provocado por su avance aconteció en Catalunya, donde un golpe de mar debido al temporal se llevó por la mañana a un pescador de la zona de Punta de Garbí, en el municipio gerundense de Sant Feliu de Guíxols, cuyo cadáver fue rescatado posteriormente tras sacar del agua a otras cuatro personas que se habían lanzado en su ayuda.

Esta última víctima es la sexta persona fallecida por el temporal tras los de Santiago de Compostela, Puenxo (Asturias), Vegas del Condado (León), Madrid y Huéscar (Granada), ya que los servicios de emergencia no han vinculado al temporal la muerte el viernes de un vecino de Punta Umbría (Huelva) que estaba practicando windsurf.

Además de este suceso, en Catalunya se han registrado en las últimas horas tres heridos menos graves, así como 795 incidencias por caída de árboles, mobiliario urbano, cubiertas y obstáculos en la vía pública.

En Galicia, una de las comunidades más afectadas por Fabien, el paso de la borrasca dejó un total de 1.430 incidencias desde la medianoche del sábado hasta la mañana de ayer, relacionadas principalmente con la caída de árboles y desperfectos en carreteras provocados por daños en cables de luz y teléfono y postes.

Las fuertes rachas de viento han sido protagonistas en el norte peninsular durante el paso de Fabien, y así, según los últimos datos facilitados por la Agencia Española de Meteorología (Aemet), en la estación de Machicaco (Bizkaia) y en la de Estaca de Bares (A Coruña) se llegaron a registrar rachas máximas de 174 y 150 kilómetros por hora, respectivamente.

La mala mar reinante los últimos días motivó que la boya de San Sebastián, situada a 16 millas de la costa, registrara en la madrugada del domingo olas de 20 metros.

La situación en las carreteras de la red principal y secundaria también ha mejorado y se prevé que se mantenga la tendencia porque de forma progresiva se irán desactivando los avisos por fuertes rachas de viento en el interior peninsular.

La Aemet prevé para hoy, el penúltimo lunes del año, que las rachas de viento fuerte se limiten al litoral de Galicia, los Pirineos, el Ampurdán y las islas Baleares, y que existan intervalos nubosos en todo el país, salvo el área mediterránea y Baleares, que se irán deshaciendo a lo largo del día.