- El breve paso de Juan Carlos I por el Estado español ha levantado una importante polvareda que ayer seguía ayudando a enturbiar el debate político reavivando el choque entre republicanos y monárquicos con las conductas “poco ejemplares” del patriarca de la Casa Real como telón de fondo.

El “juego de tronos” hispano, como lo calificó ayer una gallega tras fotografiarse con el rey emérito y con su sucesor en menos de una semana, incomoda no solamente a un Felipe VI que pretende transmitir un viaje hacia la transparencia de la corona, sino también al Gobierno, donde una vez más afloraron las diferencias que marcan los discursos de PSOE y UP.

La portavoz del gabinete Sánchez, la socialista Isabel Rodríguez, reivindicó la monarquía parlamentaria y el ejercicio que en ella hace el sucesor de Juan Carlos I. “La prioridad del Gobierno está en otros asuntos”, dijo tratando de quitar hierro al asunto, antes eso sí de repetir que “la inmensa mayoría de los españoles” considera que las conductas del emérito “no son ejemplares”. “Ha perdido una buena oportunidad de rectificar y dar explicaciones”, dijo. ¿Cuáles? “Esa pregunta podría responderla cualquier español o española”, se limitó a contestar.

Ante este posicionamiento, sobre todo por lo que supone de apoyo por parte del PSOE a mantener el régimen monárquico en el Estado español, Podemos aprovechó para apretar a su socio utilizando la cuña de sus propios votantes. “Nos consta que buena parte del electorado del PSOE es republicano, y en algún momento de la historia el PSOE deberá a empezar a caminar esta senda”, deslizó el portavoz de Unidas Podemos en el Congreso, Pablo Echenique.

Echenique puso el acento en lo “vergonzoso” que a su juicio resulta una “impunidad” que “protege” a los monarcas españoles aún después de “haber cometido delitos”. Se han “reído” de los ciudadanos, resolvió el portavoz de Podemos, que insistió en su embate contra el PSOE instándole al menos a apoyar la investigación parlamentaria sobre las actividades del emérito que su socio rechaza.

La actual inviolabilidad supone que los españoles no son iguales ante la ley, por lo que la única forma de garantizar ese principio es transitar hacia un sistema republicano, concluyó, coincidiendo así con una ERC que abogó por que “el futuro institucional” lo puedan “decidir los ciudadanos”. Especialmente cuando la casa de Borbón está “bajo la sospecha internacional”, dijo Oriol Junqueras.

Felipe VI “tiene un gran problema en su propia familia”, dijo la presidenta del BBB del PNV que, “desde su republicanismo”, añadió eso sí que respetan que España “tenga esa forma de organizarse”. “Porque ellos lo han decidido aunque no hayan podido votarlo”, matizó Itxaso Atutxa.

La estrategia de las derechas fue totalmente otra: pasar de puntillas sobre “los aciertos y errores del emérito” y arremeter con furia contra todos aquellos que lo critiquen, a los que Ayuso no dudó en presentar como “enemigos odiadores de España”

La presidenta de la Comunidad de Madrid criticó el “trato humillante” que ha su juicio se ha dado -no dijo por parte de quién- al rey emérito con el “silencio cómplice y cobarde”, dijo, del presidente Sánchez. La monarquía “es garante de la unidad” de España y nació “por voluntad del pueblo español”. Criticarla es “seguir alimentando las dos Españas”, zanjó fiel a su estilo la lideresapopular.

“En la izquierda hay mucho ignorante y entre los jóvenes mucho desconocimiento”, añadió desde Vox Iván Espinosa de los Monteros, que alzó la imagen de Juan Carlos I como bandera contra sus adversarios políticos para pedir “que la gente no olvide lo que han aportado a la democracia española uno y otros”. l

“Los enemigos odiadores celebran el trato humillante al rey ante el silencio cobarde de Sánchez”

Presidenta de la Comunidad de Madrid