- Juan Carlos de Borbón ya está de vuelta en Abu Dabi después de que su última jornada en el Estado español la pasara ayer durante once horas en Zarzuela, donde departió con su hijo y pudo encontrarse con el grueso de sus allegados. A la que fuera su residencia durante medio siglo llegó a las diez de la mañana, tras un corto vuelo entre Vigo y Barajas, cruzando la puerta en un vehículo todoterreno en medio de una notable expectación mediática y con medio centenar de simpatizantes recibiéndole con rojigualdas y aplausos. La intención de la visita del emérito a su hijo Felipe VI era “normalizarlo todo” y recibir muchos abrazos de sus familiares solo horas después de espetar a una periodista que no entendía qué tipo de explicaciones tenía que dar a nadie: “Explicaciones, ¿de qué?”.

Zarzuela emitió un comunicado una vez que el emérito se marchó sobre las nueve de la noche. “El rey y don Juan Carlos han mantenido un tiempo amplio de conversación sobre cuestiones familiares así como sobre distintos acontecimientos y sus consecuencias en la sociedad española desde que el padre del rey decidió trasladarse a Abu Dabi el 3 de agosto del año 2020”, decía la nota, que no fue acompañada de fotografías. En el almuerzo familiar estuvieron presentes Felipe VI y Letizia Ortiz, la infanta Sofía, la infanta Elena y sus hijos, la infanta Margarita y Carlos Zurita. La reina Sofía no pudo compartir mesa al haber dado positivo por covid a su regreso de Miami, aunque permaneció con el resto de la familia en el salón provista de la preceptiva mascarilla y las medidas de ventilación.

En la nota de cinco párrafos se señala que el emérito quiere “organizar su vida personal y su lugar de residencia en ámbitos de carácter privado, tanto en sus visitas como si en el futuro volviera a residir en España”. Es la primera vez que se habla de esta posibilidad en Zarzuela, por lo que cabe sospechar que han existido puntos de acuerdo entre padre e hijo en relación a esta posibilidad de la definitiva vuelta de Juan Carlos I.

Por de pronto, espera volver a España dentro de tres semanas, cuando viajará de nuevo hasta Sanxenxo para participar en la Copa del Mundo de vela. Su intención es que con el paso del tiempo las visitas cada vez sean más frecuentes y por un mayor tiempo. Otra oportunidad para la información-espectáculo en la que se ha acomodado el emérito como si nada hubiera pasado.