- El caso Pegasus centrará por tercer pleno consecutivo la sesión de control al Gobierno español en el Congreso de los Diputados. Este miércoles, el PP volverá a interrogar por este asunto al presidente español, Pedro Sánchez, que también tendrá que afrontar preguntas al respecto del PNV y EH Bildu. La intención de la derecha española es debilitar a Sánchez, mientras los socios quieren aclarar el espionaje a Catalunya y el estado de las relaciones con los aliados. Los ministros de Presidencia, Félix Bolaños, y Defensa, Margarita Robles, serán objeto de nuevo de un examen al que se sumará el responsable de Interior, Fernando Grande Marlaska. Abrirá fuego la número dos del PP, Cuca Gamarra, quien emplazará a Sánchez a confesar si no cree que el Gobierno ha hecho "suficientes" cesiones al independentismo, la última el cese de Paz Esteban al frente del Centro Nacional de Inteligencia (CNI).

También el portavoz del PNV, Aitor Esteban, ha elegido este asunto para su pregunta a Sánchez, al que pedirá que aclare si la Guardia Civil y la Policía española poseen el programa Pegasus. Los jeltzales no han descartado todo este tiempo que parte de los espionajes se hayan producido sin autorización judicial y por parte de elementos incontrolados del Estado. Por otro lado, la portavoz de EH Bildu, Mertxe Aizpurua, le retará a exponer cómo piensa recuperar la mayoría de la investidura, resentida tras el estallido de la polémica del espionaje a los soberanistas catalanes, lo que ha provocado muchas tensiones con ERC. En las filtraciones a los medios de comunicación también aparecen como espiados los representantes de EH Bildu Arnaldo Otegi y Jon Iñarritu, pero en este caso la coalición aber-tzale ha evitado romper o tensionar en exceso la relación.

Para el ministro Bolaños, se han presentado tres preguntas con la firma del PP, Vox y C's. En concreto, la popular Ana Beltrán quiere que aclare si está "en condiciones de garantizar que las comunicaciones de la Presidencia son seguras". Es decir, en su caso no centran su preocupación en los derechos de los soberanistas catalanes, sino en cuestionar la fortaleza o no de Sánchez y la posibilidad de que esté siendo chantajeado por una potencia extranjera que le podría haber hurtado información. "¿A dónde va este Gobierno?", reza la pregunta registrada por la diputada y candidata de Vox a la Junta de Andalucía, Macarena Olona, mientras que la líder de C's, Inés Arrimadas, le pedirá que opine sobre si las alianzas parlamentarias "garantizan la estabilidad, la prosperidad y el buen funcionamiento democrático de España".

Otras dos preguntas tienen como destinataria a Robles. Desde el PP, le exigirán que detalle los motivos del cese de Paz Esteban, y desde Vox que confiese por qué no dimitió en lugar de "consentir" que se destituyera a una persona a la que respaldó en público. La única pregunta para Marlaska la ha registrado el PP con el objetivo de saber si ha abierto una investigación.

Por otro lado, la polémica ha estallado en el Ayuntamiento de Barcelona. La Vanguardia ha publicado que el CNI investigó las circunstancias que rodearon la formación de gobierno en la ciudad y ha generado un fuego cruzado entre ERC, por un lado, y PSC y Barcelona En Comú, por el otro. Los republicanos han puesto el grito en el cielo al atisbar la mano del Estado tras las maniobras realizadas por la alcaldesa, Ada Colau, y el primer teniente, el socialista Jaume Collboni. El que fuera candidato a la Alcaldía, Ernest Maragall, aseguró en referencia a Colau y Collboni que "para mantener el poder todo vale, incluso la ayuda del CNI". Fue una acusación velada de que ambos gestores del Ayuntamiento barcelonés habían mantenido una connivencia con el espionaje. Los comunes exigieron a Maragall una rectificación por haber verbalizado una "calumnia inaceptable", tal y como escribió en Twitter el diputado en el Congreso de En Comú Podem, Joan Mena.

Maragall asegura que lo que se ha vivido "es una operación de Estado, que añade sus propios instrumentos para impedir que ERC gobierne una ciudad como Barcelona", según denunció.

Empatía

La vicepresidenta segunda y líder de Unidas Podemos, Yolanda Díaz, lamentó ayer el escaso apoyo recibido desde la oposición por el espionaje al Ejecutivo de Sánchez mediante el software 'Pegasus'. A su juicio, "nadie" ha condenado el seguimiento realizado. Asimismo, consideró que "la oposición, en asuntos de Estado, debería empatizar con su país, aún no escuché a nadie de la oposición condenar lo que le ha pasado al presidente del Gobierno; incluso el presidente ha sido espiado".

Invitación

Díaz insistió en la necesidad de que la oposición actúe con "altura de miras" ante hechos tan graves. "Es lo suficientemente grave como para que se tomen las medidas necesarias", espetó.