- El expresident de la Generalitat Carles Puigdemont dejará la presidencia de JxCat en el congreso que celebrará el partido el próximo 4 de junio en Argelers, en el sur de Francia.

Así lo anunció el propio Puigdemont en una carta a la militancia, avanzada por el diario Ara y a la que tuvo acceso Efe, en la que señala que “ahora es necesario” que JxCat “tenga una nueva presidencia”, que “participe permanentemente de las reuniones ejecutivas, que participe a fondo de las decisiones políticas que haya que adoptar”, algo de lo que él, desde Bélgica, se había ido distanciando para centrarse en el Consejo por la República, organismo que él preside.

“Por eso no presentaré mi candidatura a la renovación de la presidencia del partido”, anunció Puigdemont, lo que deja aún más abierta la renovación de la dirección de JxCat, ya que también el todavía secretario general, Jordi Sànchez, había avanzado con anterioridad de que no optará a la reelección.

En su carta a la militancia, enviada con motivo de la convocatoria del congreso previsto para el próximo 4 de junio, en el que espera estar presente, Carles Puigdemont explicita también su agradecimiento a Jordi Sànchez por su “dedicación sin límites” a la secretaría general durante estos años.

Puigdemont reconoce que hace ya un tiempo que ha llegado a la conclusión de que al partido le hace falta “una presidencia más implicada” de lo que él ha podido estarlo para mantener una “estrategia desde el exilio”, al frente del Consejo por la República, que no debe ser “la de ningún partido en particular”.

“Ningún partido es perfecto, y el nuestro aún menos, porque tiene menos experiencia y un montón de adversidades exteriores, pero estoy muy satisfecho de que el nuestro no haya sido un partido en el sentido clásico, vertical, rígido y con pensamiento único”, añade en su misiva a la militancia.

Estas características, según Puigdemont, alejan a Junts per Catalunya de la “tentación sectaria en la que suelen caer determinadas organizaciones muy rígidas y de gobernanza muy vertical”. Por ello, pone en valor el debate interno en JxCat, que a su entender “no es una señal de debilidad sino de riqueza democrática”.

“Animo a aquellas personas que dentro de Junts per Catalunya tienen una demostrada capacidad de liderazgo para que asuman esta responsabilidad. La persona que asuma la presidencia contará con mi apoyo de entrada”, garantiza el todavía líder del partido.

El relevo de Carles Puigdemont y de Jordi Sànchez al frente de sus cargos ha intensificado el pulso interno entre familias por tomar el mando del partido, principalmente entre el sector procedente de la antigua Convergència, más pragmático y con el exconseller Jordi Turull como cabeza visible, y el ala más unilateralista y sin pasado convergente, liderada por la presidenta del Parlament, Laura Borràs, que fue quien encabezó la candidatura de Junts en las pasadas elecciones autonómicas de febrero de 2021, en las que obtuvo la tercera plaza, por detrás del PSC y ERC.

El hecho de perder el liderazgo de la Generalitat a manos de Esquerra ha abierto las costuras de Junts, una formación que todavía no ha consolidado su implantación y que desde el año pasado ha vivido numerosas pugnas en su seno, las cuales terminaron con el anuncio del secretario general, Jordi Sànchez, de que no optaría a la reelección.

Asimismo, los posconvergentes tienen pendiente debatir su posicionamiento a futuro sobre su pacto y su relación con Esquerra, con quien comparten un Govern que en poco más de un año de vida ha estado marcado por las desavenencias entre los dos socios en temas tan relevantes como la mesa de diálogo con el Estado español.

“El debate interno no es una señal de debilidad, sino una señal de riqueza democrática”

Expresident de la Generalitat