- Último tramo de entrevista a Pablo Iglesias, que cree que en “la República como proyecto de Estado plurinacional, de justicia social y profundización democrática”, frente a “lo que ha representado la Monarquía como apología del privilegio y de la corrupción”. Iglesias recuerda que “es perfectamente legal ser republicano y querer cambiar la Constitución y la forma de Estado. Lo absolutamente delirante es ser republicano en los congresos y en los estatutos y luego ser el partido más monárquico del mundo. Ser de izquierdas en lo que se dice y de derechas en lo que hace, que es lo que muchas veces ocurre con el Partido Socialista. De hecho, creo que es poco discutible que la mayoría de las medidas de signo de izquierdas del actual Gobierno tiene que ver con la presencia de Unidas Podemos”, concluye.

Un Gobierno con dificultades de cohesión. Con un PSOE que parece arrugarse ante el ‘deepstate’, y Unidas Podemos con problemas electorales. Eso, frente a una derecha renovada con Núñez Feijóo y una extrema derecha que ha roto techos. El panorama, ahora con elecciones en Andalucía, es delicado para la actual correlación de fuerzas.

-Hay una cosa que dijo el presidente del Gobierno el otro día que era verdad. No siempre la dice, pero el otro día la dijo. Afirmó que hay dos alternativas de gobernabilidad en España. El bloque de la derecha y la ultraderecha, muy bien apuntalado por sectores de la judicatura, de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, del Ejército y de los poderes mediáticos, y un bloque democrático enfrente, con el PSOE y Unidas Podemos, y fuerzas políticas que representan la plurinacionalidad. Algunas de izquierdas, pero otras como el PNV de derecha democrática. Me preocupa el blanqueamiento constante que el Partido Socialista y el PNV hacen de Feijóo, un señor que se ha estrenado con un Gobierno de coalición con la ultraderecha y que tiene una foto con un narco...

Pero el PNV está apoyando a este Gobierno.

-Sí, pero ha dicho que si Feijóo se separa de Vox ellos están dispuestos arrimar el hombro, y yo creo que eso es un error, pues al decir están dando oxígeno a alguien que va a seguir pactando con la ultraderecha. Ahí hay un problema de desear que el mundo fuera como hace diez años, y España y el mundo ya no son como entonces. Ese mundo terminó.