Manos a la obra. El PNV ha dado este sábado un paso simbólico para salir del confinamiento político que han forzado dos años de pandemia y de limitaciones para celebrar actos concurridos. Tras el primer reencuentro que ya supuso la Asamblea General celebrada a finales del año pasado en el BEC, el PNV ha celebrado su primer mitin desde el fin de la emergencia sanitaria, rodeado de su militancia, con motivo de la inauguración del primer batzoki en Gatika. El presidente de la Ejecutiva jeltzale, Andoni Ortuzar, por un lado, ha activado y movilizado a los simpatizantes en puertas de un importante ciclo electoral y, por otro, ha querido lanzar un mensaje de "calma y esperanza" a los vascos por la experiencia del PNV en la gestión de las crisis.

Ha reivindicado su modelo frente a los intentos de la izquierda abertzale de ofrecer una imagen pragmática y hacer las cosas "a la manera del PNV", primero "pisando moqueta" en Madrid, después con un proceso de escucha que no sería tal y que ha "despachado sin un solo papel" en el Palacio Euskalduna, y con una apuesta por la "radicalidad responsable" que sería una contradicción en sí misma porque no se podría ser "intransigente y responsable" a la vez. Ha recordado también su gira en el sector económico para eliminar miedos tras las "huelgas salvajes" en el pasado.

En contraposición, ha situado el proceso de escucha "serio" del PNV, que alumbrará un documento en octubre o noviembre, y ha pedido a la militancia "dar la cara" para brindar la respuesta "ágil y valiente" que se espera del partido jeltzale. Ortuzar ha apostado por escoger "el original", el PNV, frente a la "mala fotocopia" de la izquierda abertzale. "El original abertzale, sin adjetivos y sin complejos. Lo llevamos haciendo desde hace 127 años", ha clamado.

INVERSIONES DESDE EUSKADI

Ortuzar ha puesto en valor la trayectoria del PNV, que "ha acertado en lo que había que hacer siempre que este pueblo ha estado en momentos decisivos". Ha identificado a la formación jeltzale como el partido de la "confianza" en tiempos de crisis e incertidumbre, marcados por la inflación galopante y la guerra de Rusia contra Ucrania. "Liderazgo, compromiso, dedicación", ha enumerado, como características del "modelo PNV". Ha puesto como ejemplo las medidas fiscales de las diputaciones forales, que considera que han contribuido a poner fin a la huelga en los transportes, y el Plan de Inversiones extraordinario presentado por el lehendakari y los representantes forales para inyectar más de 500 millones.

El PNV ha alentado a su militancia a escasos días de que se recupere también la celebración de un Aberri Eguna normalizado en Bilbao, y en la antesala del ciclo electoral de 2023, presidido por las elecciones municipales y forales. En el frontón de Gatika, ha reivindicado la capacidad de respuesta vasca, cuando no habían pasado 24 horas del anuncio de Pedro Sánchez: "Nuestras instituciones ya habían reaccionado dentro de sus competencias, complementando y mejorando lo que venía desde Madrid".

También ha marcado perfil ante la izquierda abertzale. Ortuzar ha puesto en valor el proceso de escucha jeltzale, Entzunez Eraiki, pateándose toda Euskadi para recoger aportaciones de ciudadanos dentro y fuera del PNV. "Un proceso serio", frente a una izquierda abertzale a la que recrimina haber lanzado el suyo unas semanas después del PNV y haberle dado carpetazo ya en el Palacio Euskalduna "sin un un solo papel con su propuesta, solo eslóganes y foto". El PNV presentará un documento entre octubre y noviembre en su convención.

UN PUEBLO QUE "SABE SORTEAR LAS OLAS"

La inauguración del batzoki consistió en la habitual izada de la ikurriña, el descubrimiento de una placa conmemorativa y la interpretación de un aurresku y del Eusko Abendaren Ereserkia. Ortuzar realizó una metáfora arrantzale para definir al pueblo vasco como un "pueblo pegado al mar, que sabe de tormentas y maretones, que a lo largo de su historia ha sabido sortear esas olas".