De momento, no se ha producido la reacción que esperaba el PNV. Las hojas del calendario caen, se acerca la votación de las enmiendas a la totalidad de la Ley de Vivienda este jueves en el Congreso de los Diputados, y el Gobierno español no ha realizado ningún movimiento que lleve al grupo vasco a plantearse la retirada de su enmienda de devolución. Así se lo confirman a este periódico fuentes del grupo que dirige Aitor Esteban. Aseguran que mantienen su enmienda a la totalidad y que no se está produciendo una negociación de tal calado que les haga plantearse esa retirada, como sí sucedió con la Ley Audiovisual.

Aunque el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, no tiene amarrados los apoyos, estos días se ha mostrado muy confiado en superar el trámite. La propia ministra Raquel Sánchez ha descartado que se vaya a repetir lo sucedido con la reforma laboral, que salió adelante por carambola, por el error de un diputado del PP. Lo que sucede es que Sánchez cuenta con superar esta votación con ERC, porque no cree que se sume a las enmiendas de devolución.

La explicación es la siguiente: sobre la mesa hay cinco enmiendas de devolución en sentido estricto y se votarán de manera conjunta (PNV, PDeCAT, Junts, PP y C's), y hay también una enmienda a la totalidad de ERC, pero esa enmienda se votará por separado porque viene acompañada de un texto alternativo. Sánchez espera que la negociación dé sus frutos y que ERC no apoye el bloque de las cinco enmiendas de devolución.

COMPETENCIAS AUTONÓMICAS

Existe la posibilidad de que el Gobierno español presente a última hora alguna salvaguarda competencial, que deje más claro que las medidas que contempla esta ley dependen de que las comunidades autónomas declaren zonas tensionadas, pero por ahora se desconoce por dónde transcurren las conversaciones.

Lo que sí está claro es que, por ejemplo, el PNV ha rechazado de plano que el Estado pueda entrar a legislar en una materia que es competencia autonómica. Cree que pretende "sustituir" la normativa de las comunidades. Aunque Sánchez salvara la votación sin el PNV, desde el punto de vista político sería significativo que su socio de investidura más estable mantuviera su enmienda de devolución.

ERC, por su parte, plantea eliminar cualquier regulación de urbanismo por razones competenciales pero, al mismo tiempo, en cuanto al fondo del asunto, reclama una legislación más ambiciosa en el campo fiscal y procesal. Se trataría de aunar las dos demandas y que se regulen los precios del alquiler como Catalunya respetando el autogobierno.

El PNV defiende que la regulación corresponde a las comunidades, y cuestiona la eficacia de las medidas en un mercado inmobiliario donde es la pequeña propiedad quien sostiene los arrendamientos.

CONFLICTO EN EL CONSEJO DE MINISTROS

La Ley de Vivienda pretende limitar el alquiler a las empresas con más de diez viviendas, mientras que en el caso de los caseros se opta por la bonificación fiscal de hasta el 90%. Esta ley nació también con tensión entre el PSOE y Unidas Podemos, que presionó para ir lo más lejos posible.

EH Bildu, por su parte, rechazó pedir la devolución del proyecto, aunque aseguró que estaba negociando con la base de la propuesta de los agentes sociales.