- El Gobierno español ha apagado el fuego más peligroso que permanecía encendido en su relación con el PNV. La consejería vasca de Autogobierno que dirige Olatz Garamendi alcanzó ayer un acuerdo para la transferencia íntegra y sin fecha de caducidad del Ingreso Mínimo Vital, es decir, sin rebajas y en las condiciones pactadas con el grupo jeltzale en el Congreso. Es un acuerdo sobre la prestación social que llega tras una ardua negociación, y con un año y medio de retraso con respecto a lo que había pactado el grupo jeltzale con el Gobierno español. El acuerdo con la ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez, pone fin a una carrera de obstáculos marcada por las objeciones técnicas del ministro Escrivá, y parece que se ha impuesto la voluntad política. Este asunto era clave para el PNV, que había avisado al presidente Sánchez de que le retiraría su apoyo si no cumplía el acuerdo firmado en 2020 en el contexto de las prórrogas del estado de alarma.

Esta transferencia, que tendría que haber llegado el 31 de octubre de 2020, supondrá que el Gobierno Vasco asuma las funciones de gestión de esta prestación no contributiva. El acuerdo se oficializará en fechas próximas en la Comisión Mixta de Transferencias, tal y como se informó en una nota de prensa. El Gobierno Vasco se encargará de la tramitación, el reconocimiento y el pago del IMV y pondrá fin a la encomienda de gestión. Lanbide asumirá el pago, lo que supone ahuyentar de manera definitiva el fantasma de que lo hiciera la Seguridad Social, como si tuviera la última palabra o se reservara una tutela. No será así, y Euskadi pagará la ayuda. La consejería de Autogobierno asegura que los contactos entre el ministerio y la consejería, y los equipos técnicos, “se han intensificado y finalmente se ha llegado a un consenso”.

“El acuerdo respeta los estándares de lo que debe ser una transferencia, así como el régimen de financiación del Concierto Económico, vía Cupo. Euskadi pagará con cargo a sus Presupuestos los importes correspondientes a la prestación del IMV”, explicaron. Esto supone que Euskadi pague esta ayuda social, y que se descuente el 6,24% del Cupo que paga anualmente al Estado. La transferencia será íntegra e indefinida en el tiempo.

Este acuerdo se produjo el mismo día en que el Gobierno español conseguía también desactivar la enmienda a la totalidad del PNV sobre la Ley Audiovisual, una de las leyes que el grupo jeltzale ve recentralizadoras. Casualidad o no, el diálogo avanza y el contador de la relación política vuelve a ponerse a cero. También ayer, Sánchez volvía a negar que su intención sea convocar un adelanto electoral, y estos acuerdos podrían ser una muestra de que quiere cuidar a sus socios y aguantar hasta 2023. Además, este traspaso afectaba igualmente a la relación entre el lehendakari y Sánchez. Urkullu confirmó que acudiría mañana a la Conferencia de Presidentes en un momento en el que se esperaba que el acuerdo estuviera al caer, y el mandatario español esta vez no ha faltado a su palabra y le hace más grata esa presencia en un foro multilateral, porque respeta los bilaterales.

La consejería de Garamendi recibe con alivio un traspaso que, por otro lado, estaba taponando el calendario de transferencias, que recoge treinta materias. Sin el elefante del IMV en la habitación, se dan las condiciones para que el calendario adopte otra velocidad, aunque siguen sobrevolando recelos históricos sobre puertos y aeropuertos, o las materias relacionadas con la Seguridad Social.

Garamendi y Rodríguez tienen también entre manos la transferencia de las líneas de tren de cercanías, y la consejera envió igualmente ofertas sobre los servicios de meteorología, el fondo de protección a la cinematografía y la gestión del litoral, con la intención de abordar cuanto antes estas materias.

Traspaso íntegro. Euskadi se encargará de la tramitación, el reconocimiento y el pago de esta ayuda social desde Lanbide. No será la Seguridad Social quien realice el pago o lo autorice, como pretendía inicialmente el ministro José Luis Escrivá.

Traspaso sin fecha de caducidad. La transferencia se acuerda sin un plazo para que expire, es decir, tendrá una vigencia indefinida. Escrivá pretendió hace unas semanas que se pactara por diez años prorrogables. Este obstáculo también se ha despejado.

Traspaso con arreglo al Cupo. El IMV se pagará con arreglo a los Presupuestos vascos y se aplicará el índice de imputación del 6,24% sobre el Cupo. No lo pagará la Seguridad Social.