El exministro de Gobernación Rodolfo Martín Villa ha decidido renunciar a la Medalla de Oro del Ayuntamiento de Barcelona que ha recuperado gracias a una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC).

El pleno del consistorio acordó en 2017 retirar el galardón a quien fue antiguo gobernador civil de Barcelona por sus vínculos con el franquismo, pero el tribunal catalán ha acordado revocar y dejar sin efecto aquella decisión.

Sin embargo, fuentes próximas al exministro han asegurado a Efe este viernes que ha renunciado a la medalla una vez conocida la sentencia revocatoria del acuerdo por el que se le concedió el galardón en 1976, tras cesar como gobernador civil de Barcelona.

Un cargo que ocupó entre 1974, antes de la muerte de Franco, y 1975, y tras el cual fue nombrado ministro de Relaciones Sindicales por el Gobierno de Arias Navarro.

Ya con Adolfo Suárez en Moncloa ejerció como titular de Gobernación y después de Administración Territorial, mientras que con Leopoldo Calvo Sotelo fue vicepresidente del Gobierno.

La sentencia del TSJC le ha dado la razón en el recurso que presentó contra la retirada de la medalla bajo el argumento de que, con el reglamento municipal en la mano, solo sería posible quitar la distinción por "actos coetáneos" no conocidos en el momento en que se la entregaron.

El Ayuntamiento de Barcelona, por boca de su concejal de Derechos de Ciudadanía, Marc Serra, consideró ayer "aberrante" e "inaudita" esta sentencia.

El Ayuntamiento facilita la dirección del consistorio a Martín Villa

Este viernes, tras conocerse la renuncia a la medalla por parte de Martín Villa, Marc Serra le ha facilitado la dirección del Ayuntamiento para que pueda devolverla. "Una medalla que recibió de un Ayuntamiento franquista por los servicios prestados. Y que por fin recuperará un Ayuntamiento democrático para dignificar la memoria de todos aquellos vecinos víctimas de la represión. Ahí le dejo la dirección", ha expresado Serra a través de un tuit.

En otro tuit, el concejal de Memoria Democrática, Jordi Rabassa, ha sostenido que el hecho de que Martín Villa renuncie a la medalla tras la sentencia que revocaba la retirada de esta distinción, decidida por el Ayuntamiento, "es un acto de poder, una demostración que sigue por encima de la justicia".