Pese al presunto giro pragmático de la izquierda abertzale en materia de acuerdos políticos y de alivio del sufrimiento de las víctimas, el PNV empieza a apreciar en esta formación tics tradicionales de la antigua Batasuna. En un lado de la balanza se sitúa la abstención de EH Bildu en los Presupuestos vascos de 2022 y el pronunciamiento que su coordinador general, Arnaldo Otegi, y el líder de Sortu, Arkaitz Rodríguez, realizaron en el aniversario de la Declaración de Aiete reconociendo el dolor de las víctimas y que el mismo nunca debió producirse. Sin embargo, el otro platillo empieza a ceder por el peso del resto de acontecimientos recientes que parecen contradecir esos pasos, el último de ellos el ongietorri tributado a Iñaki Etxeberria el jueves en Iruñea pese a la petición realizada por el EPPK para que estos recibimientos se limiten a la esfera privada.

Preguntada al respecto, la presidenta del Bizkai Buru Batzar, Itxaso Atutxa, fue tajante: “Quizá nos estamos sorprendiendo ahora públicamente, pero están institucionalizando en su organización aquello que venía siendo conocido y habitual en la izquierda abertzale: la simbiosis entre el brazo político de su lucha y la parte armada terrorista por parte de ETA”, aseguró. En una entrevista en Radio Euskadi, admitió también que “a mí me resultan duras las imágenes, no lo voy a negar”, en referencia a los aplausos con los que la izquierda abertzale recibió, días atrás, al exjefe de ETA Mikel Antza a su llegada a los juzgados de Donostia para declarar por el asesinato de Gregorio Ordóñez.

En dicho recibimiento a la puerta de los juzgados participó la portavoz de Bildu en la capital guipuzcoana, Reyes Carrere, y esta formación compartió en su cuenta de Twitter esa concentración de apoyo. A ello se suma la reacción a la muerte por cáncer del miembro de ETA Antton Troitiño, que cuenta con más de veinte asesinatos en su trayectoria: Otegi acudió al tanatorio y Arkaitz Rodríguez lloró su fallecimiento como “víctima del conflicto”.

El pasado miércoles trascendió además la propuesta de Sortu a su militancia para que el último jefe político de ETA, David Pla, se integre en su dirección como responsable del marco de orientación estratégica. Pla, que ya concurrió en el pasado en las listas de Herri Batasuna y militó en movimientos juveniles como Ikasle Abertzaleak y Jarrai, fue uno de los tres encapuchados que aparecieron en el vídeo del cese definitivo de ETA, el 20 de octubre de 2011. La propuesta para la designación de Pla también contribuye a la cohesión interna con los sectores que ven con escepticismo el giro pragmático de la izquierda abertzale, aunque ha sido criticada por el resto de formaciones políticas por colocar en la cúpula de la formación a un exjefe de ETA sin haber realizado aún una autocrítica sobre el daño injusto causado.

Estas son las “duras imágenes” a las que aludía Atutxa, quien resumió que los líderes de la izquierda abertzale “se solidarizan con el dolor que infligieron a las víctimas, pero siguen sin hacer un rechazo y reflexión ética y moral real sobre lo que supuso matar”. En su intervención radiofónica, admitió que quien ha cumplido ya sus penas tiene restituidos sus derechos, pero apeló a continuación a la “parte ética”, en la que “EH Bildu, representada por su parte mayoritaria que es Sortu, sigue sin dar el paso”.

La presidenta del BBB consideró por ello que “la integración de esta gente”, en referencia a David Pla, o el hecho de rendir homenaje a individuos “con 22 asesinatos a sus espaldas”, como en el caso de Troitiño, es “poco respetuoso con las víctimas”. Respecto a la unidad interna que buscaría la incorporación del exdirigente etarra, valoró que la situación actual de la izquierda abertzale “no es sencilla e incluso sus propias juventudes parecen divididas y confrontadas”.

Sobre el ongietorri de la semana pasada a Iñaki Etxeberria, Mortadelo, que ha cumplido 25 años de condena por varios asesinatos, se atribuye a sectores críticos de la izquierda abertzale -se ha vinculado a este expreso con protestas de ATA- y este acto fue rechazado por Arnaldo Otegi, que aseguró que “no respaldamos ningún ongietorri público”, y por Sortu, que lo situó fuera “de la voluntad expresada por el EPPK”.

El presidente del PP de la CAV, Carlos Iturgaiz, cargó por su parte las tintas contra el PNV y el PSE, al acusarles de “blanquear a EH Bildu”. Afirmó que le preocupan más los blanqueadores que los que han sido blanqueados porque “a esos ya les conocemos todos: son la Batasuna de siempre, la que justifica a ETA, se niega a condenar sus crímenes y homenajea y recibe a líderes etarras que son verdugos y a los que coloca hasta en la dirección de Sortu, como han hecho con David Pla”.

En una comparecencia en Bilbao, acusó a jeltzales y socialistas de protagonizar “una alocada y frenética carrera por ver quién atraía a la izquierda abertzale para obtener los favores del brazo político de ETA”. Añadió que “EH Bildu será un partido legal por mandato judicial, pero todo lo que tienen de legal, lo tienen de antidemocrático. Es imposible que pasen la prueba del algodón democrático con sus acciones, declaraciones y comportamientos”.

“Siguen sin hacer un rechazo y una reflexión ética y moral real sobre lo que supuso matar”

Presidenta del Bizkai Buru Batzar