- Sintonía, sintonía y más sintonía. El lehendakari Urkullu y el president Aragonès reforzaron ayer los puentes que unen a Euskadi y Catalunya en la reunión que mantuvieron en Alp, Girona, unos puentes que habían pasado estos años por momentos de menor esplendor ya sea por la pandemia o por las diferencias a la hora de abordar la relación con el Estado. La relación fue gélida con el expresident Puigdemont, y también más distante con Torra.

Aunque las recetas que defienden en este momento en materia de autogobierno sean diferentes, con un nuevo estatus para Euskadi y un referéndum de independencia para Catalunya, ambos valoraron de manera “muy positiva” su encuentro; pusieron sobre la mesa una agenda común en cuestiones más pegadas a la gestión del día a día, como el aumento de los contagios por coronavirus y el reparto de los fondos europeos desde el Estado; e incluso sumaron fuerzas para reclamar al Gobierno español de Pedro Sánchez que establezca un porcentaje para el uso del euskera, catalán y gallego en plataformas audiovisuales como Netflix, Amazon o HBO.

Esta cuestión mantiene en vilo el apoyo de ERC a las Cuentas de Sánchez. Aunque el PNV ya ha cerrado un acuerdo con el Gobierno español, Urkullu evitó dar lecciones a ERC y se solidarizó con sus exigencias sobre la Ley Audiovisual. “Abogo por la aprobación de los Presupuestos, pero me hago solidario por la preocupación por la Ley Audiovisual. Espero que los aspectos más negativos, con las enmiendas de ERC, puedan ser solventados”, dijo el lehendakari.

Iñigo Urkullu y Pere Aragonès se emplazaron a una nueva reunión en Euskadi. El tiempo dirá qué da de sí esta sintonía, pero se prevé que la próxima reunión sea pronto y la relación es muy buena entre ambos. Sobre el modelo territorial, Urkullu defendió que es necesario releer el planteamiento a través de una reflexión compartida. También sigue de cerca la reflexión sobre la financiación autonómica, aunque las haciendas forales tienen su propio modelo. La prevención de Urkullu es que todo este debate se salde con el Concierto Económico en el disparadero desde algunos sectores del Estado, pero ese temor no se alberga con respecto a Catalunya.

Urkullu y Aragonès ya habían tenido encuentros telemáticos y por teléfono, y sus consejeros han trabajado estos meses en asuntos sectoriales, pero esta reunión es la primera de carácter presencial entre los máximos representantes de los gobiernos vasco y catalán, desde la que mantuvieron en 2018 Iñigo Urkullu y Quim Torra.

Mucho ha llovido desde entonces. En aquel momento, aún estaban frescas las consecuencias del referéndum de independencia catalán de 2017, y Urkullu y el expresident Puigdemont habían roto relaciones tras la mediación fallida del lehendakari, quien trató en todo momento de evitar la suspensión del autogobierno catalán. En la cita de 2018, el lehendakari proponía sin demasiado éxito a Torra que aprovecharan su fuerza en el Congreso de los Diputados para solucionar el conflicto territorial con el Estado por la vía de los acuerdos, lejos de la vía de confrontación que preconizaba Junts.

Tras las elecciones catalanas, la presidencia del Govern pasó a manos de ERC, que ha defendido una estrategia más pragmática en sintonía con la que practican Urkullu y el PNV. Ha acordado una mesa de diálogo con Pedro Sánchez a la que no da crédito Junts y, a pesar de las tiranteces sobre la Ley Audiovisual, está negociando los Presupuestos con Pedro Sánchez. En las últimas semanas, ha amarrado un acuerdo presupuestario en Catalunya con los comunes.

La relación entre los gobiernos vasco y catalán está engrasada y se abre una nueva etapa que poco tiene que ver con el frío glacial entre Urkullu y Puigdemont. Las relaciones con el expresident quedaron rotas desde que desoyó el consejo de Urkullu de convocar elecciones en Catalunya tras el referéndum de independencia para evitar la suspensión del autogobierno por parte del Gobierno español de Mariano Rajoy.

A nivel de partido, el PNV tiene la relación preferencial con el PDeCAT, también partidario del acuerdo. Se da la circunstancia de que las sinergias de actuación conjuntas en el Congreso las tiene ERC con EH Bildu, aunque en los últimos meses también se han presenciado algunos acuerdos cruzados entre los republicanos catalanes, el PNV y el Gobierno español en cuestiones como los interinos.

También supone una nueva situación el discurso político de los republicanos de Oriol Junqueras en Madrid. En 2017, ERC presionó en contra de convocar elecciones en Catalunya como sugería Urkullu, pero las tornas han cambiado y ahora aboga por el pragmatismo.

Aragonès quiere dar continuidad a la relación con el Gobierno Vasco. Cuando se le preguntó qué relación quiere mantener con el Gobierno Vasco, respondió que hace una valoración “muy positiva” del encuentro. “Los dos gobiernos compartimos la preocupación y las oportunidades que surgen sobre la covid-19, el aumento de los contagios, los fondos Next Generation... y la voluntad es que esta relación tenga continuidad”, alentó el president de la Generalitat.

“Hemos hablado de la pandemia, los fondos europeos y el modelo de Estado”

Lehendakari

“Compartimos preocupaciones; la voluntad es dar continuidad a la relación”

President de la Generalitat catalana