- El tribunal de la Audiencia Nacional que juzga tres piezas separadas de Tándem rechazó ayer el incidente de recusación formulado por José Manuel Villarejo -que reprochaba a los magistrados un “prejuicio personal” en su contra-, al tiempo que recrimina al comisario jubilado su “mala fe y abuso del derecho” al hacer este movimiento procesal.

“El tribunal acuerda rechazar de plano el incidente planteado. No estamos entrando en el fondo ni en la forma, simplemente se rechaza por temeridad y mala fe evidente y abuso del derecho”, anunció la presidenta del tribunal, la magistrada Ángela Murillo.

De esta forma, el tribunal siguió el criterio marcado por el fiscal anticorrupción César de Rivas, el cual esgrime que el incidente de recusación “debe ser directamente inadmitido, sin entrar a valorar el fondo del mismo”, porque “se ha planteado con evidente mala fe procesal y con abuso de derecho”.

De Rivas recalca que “no basta que las sospechas se susciten en la mente de quien recusa” sino que tienen que estar “justificadas”, esto es, “mínimamente objetivizadas”. “Y no es el caso”, añadió.

El Ministerio Público indica asimismo que Villarejo debería haber mencionado y desarrollado cuál es la “relación previa” que llevaría a los tres magistrados -bien de forma individual, bien como tribunal- a decidir sobre los hechos enjuiciados en base a otros criterios distintos a los estrictamente jurídicos.

A este respecto, el representante del Ministerio Público apunta que, en su escrito de recusación, la defensa de Villarejo solo se ha limitado a decir que dos de los magistradas que componen este tribunal - la propia Murillo y Carmen Paloma González- ya juzgaron el caso Alakrana, un asunto en el que el comisario jubilado habría intervenido como agente del CNI; si bien De Rivas enfatiza que el acusado no se opuso en su momento a que estas dos magistradas juzgaran también Tándem.