“En el futuro, solo queremos recepciones en un espacio privado entre familiares”. Esta afirmación del colectivo de presos de ETA -EPPK en sus siglas en euskera-, que pone fin de facto a los ongietorris públicos y multitudinarios a exreclusos de la banda, fue recibida ayer de forma positiva por los gobiernos vasco y español, pero con matices. Desde Lakua, su portavoz, Bingen Zupiria, redobló la exigencia de que se reconozca el daño causado y lo injusto de la violencia de ETA. Por parte de Moncloa, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, lo calificó de “buena noticia” pero lamentó que llega tarde.

A última hora de la tarde del lunes salió a la luz pública, a través de sendas publicaciones en Gara y Berria, el anuncio del colectivo oficial de presos, que integra a la inmensa mayoría de los 176 que siguen cumpliendo condena en cárceles del Estado, y a los 21 que están en prisiones francesas. Las razones que adujeron para reclamar “que las recepciones que se nos hacen cuando salimos a la calle se desarrollen de manera privada y discreta” fueron acabar con el ruido mediático generado por determinadas formaciones políticas; y atender al daño que estos actos han provocado en las víctimas, en línea con la declaración que el líder de EH Bildu, Arnaldo Otegi, leyó en el aniversario de Aiete, cuando dijo que “sentimos su dolor, nunca debió haberse producido”.

Se trata de dar carácter de oficialidad al “camino recorrido en general en los últimos meses”, añadió el EPPK, ya que los ongietorris se han reducido a una mínima expresión, según la propia contabilidad de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT). Pero los casos contados que se han dado han generado gran revuelo, como el homenaje que se tributó el pasado verano en Santutxu a Agustín Almaraz, nada más salir de la prisión de Basauri. La actitud condescendiente con estos actos demostrada entonces por Sortu no hizo sino avivar la llama de la polémica. En su valoración de ayer, Zupiria aseguró que se trata de “un paso más en el camino para la construcción de la convivencia normalizada en la sociedad”. En la rueda de prensa tras el Consejo de Gobierno, añadió que este proceso “aún necesita de más gestos y, sobre todo, del reconocimiento de todo el daño causado y del carácter injusto de la violencia de ETA y de todas las demás violencias que han existido en este país”. Los ongietorris “nunca debieron haberse producido”, prosiguió, y el hecho de que “los propios causantes físicos de la violencia sean quienes den ese paso tiene el valor de normalización que queremos reconocer”, concluyó.

En una rueda de prensa en Chinchón (Madrid), donde presentó los planes sobre eficiencia energética de Policía y Guardia Civil, Fernando Grande-Marlaska, además de destacar la tardanza del anuncio, añadió que el mismo es “consecuencia, necesariamente, de la labor de las víctimas del terrorismo”. “Es una buena noticia, pero como siempre, en su caso llega tarde, porque podrían haberlo hecho mucho antes y muchas víctimas se hubieran ahorrado un sufrimiento multiplicado muchas veces en base a esos recibimientos”, lamentó. El titular español del Interior concluyó que estos recibimientos eran “lo menos digno de una sociedad que pueda calificarse como democrática”.

Uno de los argumentos esgrimidos por el EPPK fue que “ciertos agentes y partidos buscan irresponsablemente el enfrentamiento en lugar de la convivencia”. Renuncian por ello a los ongietorris para “no alimentar ninguna controversia estéril”. Esta declaración de intenciones cayó, no obstante, en saco roto a tenor del tenso debate que se vivió ayer mismo en el Congreso a cuenta de una proposición de ley de Ciudadanos sobre memoria, dignidad y reparación de las víctimas que incluía elevadas multas a quienes celebren homenajes a presos de ETA excarcelados.

La iniciativa no salió adelante después de que el PSOE, Unidas Podemos, PNV, ERC y Bildu anunciaran su voto en contra, mientras que PP y Vox se situaron del lado de un C’s que se mostró especialmente beligerante contra el Ejecutivo y el PSOE. El diputado naranja Guillermo Díaz llegó a acusarles de “colmo de la miseria” por hablar con los “asesinos” en la noche del lunes para que estos dieran el paso de anunciar el fin de los ongietorris. “Tienen ustedes bien engrasada su relación quid pro quo con Bildu”, reprochó el diputado de C’s a la bancada socialista, por lo que fue afeado por la presidenta del Congreso.

También hubo duros reproches desde el PSOE, Unidas Podemos y ERC, así como del diputado del Grupo Plural Joan Baldoví, quien lamentó que “las derechas radicales ultras e intransigentes del PP, C’s y Vox siguen compitiendo obscenamente por capitalizar el dolor de las víctimas”, muy en sintonía con el diputado del PSOE Patxi López. A juicio del exlehendakari existe un “campeonato en las derechas para ver quién insulta mejor al PSOE”, en este caso con la excusa de una proposición de ley que “no tiene sentido” pues muchas de sus propuestas ya están en la ley vigente.

Sortu valora el gesto de los presos y pide al Estado pasos similares

El secretario general de Sortu, Arkaitz Rodríguez, calificó ayer el comunicado de los presos de ETA sobre los ongietorris de “ejercicio cualitativo de empatía con las víctimas” de la organización, al tiempo que exigió al Estado español que “dé pasos” similares y reconozca el daño causado. El líder de Sortu consideró que esta declaración de los reclusos de la banda armada constituye “un paso más en el reconocimiento del daño y sufrimiento causado a esas personas” y supone una importante “aportación” para la paz y la convivencia en Euskadi. En este sentido, recordó que los presos ya resultaron “determinantes” para “sacar la violencia de ETA de la ecuación política vasca”, ya que participaron de la decisión de abandonar el terrorismo hace justo ahora diez años.

Rodríguez indicó que la declaración del 18 de octubre en Aiete, en la que EH Bildu y Sortu manifestaron su “pesar y dolor por el sufrimiento padecido” por las víctimas de ETA, que “nunca debió haberse producido”, también vinculaba a los presos, porque son “parte del movimiento de la izquierda abertzale”. No obstante, el dirigente de Sortu aseveró que la construcción de la paz exige también “reconocer y reparar a las miles de víctimas de la violencia del Estado que siguen negadas y discriminadas”, tras lo que añadió que son casi 400 “asesinadas” y “miles torturadas”.

Asimismo, destacó que la convivencia también necesita de “una solución definitiva e integral a la cuestión de los presos vascos”, ya que a su juicio “difícilmente se puede hablar de convivencia democrática mientras en las cárceles continúa habiendo personas presas por motivos políticos”.

Por ello, Rodríguez reclamó el fin de las medidas de excepción y la aplicación a los reclusos de ETA de la legislación ordinaria, así como de principios de justicia transicional y restaurativa, que “puedan ofrecer” a los internos “una expectativa de libertad razonable”. Por último, demandó que el nivel de exigencia que se plantea siempre a la izquierda abertzale se lo apliquen también otras partes implicadas, ya que “hacen falta más pasos, pero de los que no los han dado”.

“Es una buena noticia pero podrían haberlo hecho mucho antes y las víctimas se hubieran ahorrado sufrimiento”

Ministro del Interior

“Deploramos esa especie de fabulación para blanquear a Otegi para que los Presupuestos mantengan a Sánchez”

Presidente del PP

“Existe un campeonato en las derechas para ver quién insulta mejor al PSOE, usan a las víctimas para culparnos de lo peor”

Exlehendakari y diputado del PSOE

“Tratan a asesinos múltiples de forma privilegiada porque sus portavoces les apoyan los Presupuestos”

Diputado de Ciudadanos

“Es un paso más que aún necesita de más gestos y del reconocimiento de todo el daño causado”

Portavoz del Gobierno Vasco

“Es un sólido ejercicio de empatía y una aportación importante hacia la convivencia”

Comunicado

“Estas expresiones han sobrado siempre, por lo que cualquier posición en esta línea es bienvenida”

Portavoz de Geroa Bai

“Es una aportación al reconocimiento del dolor causado y para continuar sanando heridas”

Comunicado