Pere Aragonès agotará hasta el lunes el plazo para que la CUP retire la enmienda a la totalidad a las Cuentas catalanas que registró a primera hora de hoy. El president no contempla otro escenario pero en la recámara se ha guardado la opción de atraer a los comunes. No así al PSC. El jefe del Govern ha rechazado la propuesta de Salvador Illa, que le pide una reunión formal "para estudiar y explorar la posibilidad de unos Presupuestos de país, para todos, para que juntos podamos hacer frente a los retos que tiene Catalunya". El socialista busca romper con la dinámica de bloques desde "la responsabilidad y abanderando el diálogo" pero se ha topado con la negativa del líder republicano. "Usted y yo no compartimos modelo de país", le ha espetado Aragonés, que no está dispuesto a variar el rumbo del programa que le convirtió en máximo dirigente de la Generalitat. "Yo estoy dispuesto a encontrarnos pero creo que puede avanzar cuál será mi posicionamiento", ha recalcado, a sabiendas de que en política nada es gratis y que si le tiende la mano ahora al PSC, después implicará "la renuncia de algunas posiciones" que defendió en su investidura.

Aragonés y el conseller de Economía, Jaume Giró, han vuelto a citarse durante 40 minutos con la CUP para estudiar sus demandas, cumbre en la que han participado por los anticapitalistas su líder en el Parlament Dolors Sabater, la portavoz Eulàlia Reguant y los diputados Carles Riera y Montserrat Vinyets. Entre estas exigencias se hallan la retirada de la inversión a proyectos como el Hard Rock y el Circuit de Catalunya, no presentar candidatura a los Juegos Olímpicos de Invierno, crear un nuevo tramo de IRPF y un referéndum. Desde el partido antisistema han matizado que con la enmienda no buscan que haya más dinero en una u otra partida sino "romper con la deriva del Govern" y que haya un giro a la izquierda y un compromiso para ejercer la autodeterminación. "Bajaremos sus propuestas a la realidad y las discutiremos", responden desde el Ejecutivo.

El president incluso ha liberado su agenda para trabajar en un entendimiento. La CUP le ha trasladado un documento con peticiones en cinco ámbitos para continuar negociando: vivienda, fiscalidad, macroproyectos, el camino hacia la autodeterminación y parar la represión. "El Govern ahora tiene que contestar y decir si mueve alguno de estos elementos. Valoraremos el global", ha señalado Reguant, quien advierte de que igual no es ni necesario que Aragonès se someta a una cuestión de confianza a mitad de legislatura. "Es algo evidente si desde ahora no hay confianza en sus políticas. La decisión es suya", ha zanjado.

Como hizo después de las elecciones, el líder de ERC persigue intentar ensanchar la mayoría con el respaldo de los comunes, algo que desagrada de nuevo a su socio de gobierno, Junts. La dirigente morada Jéssica Albiach le ha recriminado que nadie entendería que buscara sacar adelante las Cuentas "por la mínima" cuando hay fuerzas políticas más allá de las independentistas dispuestas a negociarlas, y es ahí donde Aragonès le recordó que en el debate de investidura ya les ofreció trabajar juntos y lo rechazaron. "Ustedes tuvieron su posición pero esto es el pasado. Les propongo que nos sentemos y lo hablemos sin exclusiones de confianza, del Govern y de las fuerzas políticas que hicieron posible el pacto de investidura que incorporan estos Presupuestos", ha valorado el president. Desde la CUP no se oponen a la inclusión de los comunes, que también acusan al Ejecutivo de hacer más esfuerzos para la ampliación del Aeropuerto de Barcelona-El Prat y los Juegos de Invierno que para una transición ecológica justa y a tener más trenes. "Tenemos que dar el salto y dejar atrás unos Presupuestos en los que se imponen las dinámicas sociovergentes y transformadoras", comparten.

Junts rechaza a los comunes

JxCat tiene otra perspectiva respecto a este ofrecimiento. Su jefe de filas en la Cámara, Albert Batet, ha reprochado a Aragonès que se haya abierto a "mayorías no acordadas" defendiendo que no pueden desaprovechar "el aval que representa tener la mayoría independentista más grande de la historia del Parlament, con un total de 74 diputados". "Para poder avanzar necesitamos una estrategia compartida, pero también Presupuestos. Nos jugamos la legislatura del 52%", ha subrayado el posconvergente, al tiempo que celebra que Aragonès se haya involucrado directamente en las negociaciones con los cupaires. Para el president, el independentismo es plural y diverso, y esto obligar a ceder y a plantear nuevos retos, puntualizando que "hay quien querría que esta diversidad se utilizara para romperlo". De momento, el discurso del independentismo descarta de plano al PSC. Incluso desde Madrid: el portavoz republicano, Gabriel Rufián, ha prometido que no se contempla ningún "plan B" e insta a "desdramatizar" la decisión de la CUP. Pero Illa tiene claro que" la mayoría de la investidura se ha roto" sin solución.