- El mismo día en que se cumplía el décimo aniversario del anuncio del fin de la violencia de ETA, la izquierda abertzale difundió una declaración en una comparecencia en Donostia para reivindicar su papel en el proceso que ha provocado que “la situación en Euskal Herria sea mejor que hace diez años”. Eso sí, Sortu llamó a la “máxima responsabilidad de todos y todas” para seguir dando pasos de cara a la consecución de los objetivos marcados en la Declaración de Aiete de hace una década, que volvió a reivindicar.

En este punto, el secretario general de Sortu, Arkaitz Rodriguez, citó como objetivos pendientes “dar una solución al asunto de los presos y presas políticas, dar pasos en el reconocimiento de todas las víctimas y dar una solución democrática al conflicto”. Así consta en el documento Tenemos el futuro por ganar. Para el pueblo, con el pueblo, al que dio lectura en la escultura de Jorge Oteiza del Paseo Nuevo donostiarra, arropado por un centenar de militantes. No solo eso, ya que la importancia que Sortu dio al aniversario se pudo comprobar en los dirigentes históricos de la izquierda abertzale que acudieron a la convocatoria, entre ellos Rufi Etxeberria, Joseba Permach, Jone Goirizelaia, Tasio Erkizia, Joseba Álvarez, Arantza Zulueta y Rafa Díez Usabiaga. También se pudo ver a los expresos de ETA David Plá y José Antonio López Ruiz, Kubati.

Durante su intervención, en euskera y castellano, Arkaitz Rodriguez reivindicó “con satisfacción” que “hemos contribuido a abrir un nuevo ciclo donde una de las expresiones de violencia ha desaparecido de la ecuación política”. Aseguró que, hace diez años, “la izquierda independentista decidió intentar cambiar el rumbo del país”, lo que “no fue un camino fácil”.

Según Sortu, queda mucho por hacer para “la construcción de la paz y la convivencia”, por lo que califica el momento actual de “crucial”. En este escenario, “la izquierda independentista va a seguir trabajando para abrir las puertas que hasta ahora han estado cerradas”. En dicho proceso, Arkaitz Rodriguez enmarcó pasos como la Declaración del 18 de octubre, a la que dio lectura el pasado lunes en Aiete junto al coordinador general de EH Bildu, Arnaldo Otegi, y en la que reconocían que el dolor causado por ETA “nunca debió haberse producido”. Tras esa afirmación, ayer se limitó a añadir que “nos hacemos cargo de nuestros aciertos y errores”, y lamentó que los pasos adoptados “para algunos siempre serán insuficientes”.

El pronunciamiento de Sortu estuvo trufado de reproches, por ejemplo cuando dijo que “nosotros tratamos de construir puentes y no de cavar trincheras”. Arkaitz Rodriguez censuró además que, mientras “algunos están en la batalla del relato, nosotros estamos en la construcción de la paz y la convivencia”. “Seguiremos aportando en positivo, tratando de poner siempre los intereses del país por delante de los intereses propios”, apostilló.

No acudió al acto del Centro Memorial. El Colectivo de Víctimas del Terrorismo, Covite, denunció ayer que las consecuencias “de un final de ETA negociado” las pagan “las víctimas con la impunidad”. Además, se ausentó ayer del acto en el Centro Memorial de Gasteiz para conmemorar el décimo aniversario, porque no comparte “el relato de la derrota de ETA” a manos del Estado: “No hay ninguna duda de que estamos mucho mejor que hace diez años cuando todavía vivíamos con miedo a diario de sufrir atentados o persecución, pero si ETA ya no nos mata, no es porque se la haya derrotado con el Estado de derecho, sino porque se negoció con la banda las condiciones de su final”.