- La polvareda política que se generó en torno al acto convocado por Sare el pasado día 18 en Arrasate contra las “legislaciones excepcionales” que dan pie a “cadenas perpetuas encubiertas” llegó ayer al Congreso. La diputada del PP María Teresa Jiménez-Becerril preguntó al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, si forma parte del acuerdo del Gobierno con EH Bildu “incumplir la exigencia de las instituciones europeas de que se eviten los homenajes a etarras”, al interpretar que dicho acto perseguía homenajear al preso de ETA Unai Parot. La respuesta del ministro fue contundente y pidió al PP que no patrimonialice a las víctimas.

“Hay víctimas en todos los partidos, todos las lloramos. Todas son nuestras víctimas, las del PP, las del PSOE, las de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, las Fuerzas Armadas y las civiles”, afirmó en el pleno de control al Ejecutivo. “No las patrimonialicemos porque todas hemos sufrido la crueldad y hemos hecho frente a la organización terrorista”, añadió. El titular del Interior se congratuló además de que la marcha prevista en Arrasate se suspendiera, lo que achacó a “la actuación contundente de todas las instituciones, de las asociaciones de víctimas y de la sociedad civil en general”.

Recordó que el delegado del Gobierno en la CAV, Denis Itxaso, puso en conocimiento de la Fiscalía y de la Audiencia Nacional la marcha, lo que desembocó a su juicio en su cancelación. El diputado de Vox Ignacio Gil Lázaro le reprochó en cambio su “desfachatez” porque la plataforma Sare “multiplicó” su reivindicación en múltiples espacios, en referencia a las movilizaciones en distintos puntos de Euskadi que sustituyeron al acto previsto inicialmente.

Frente a las críticas de PP y Vox por “no mover un dedo” contra los homenajes a los presos de la banda, Marlaska alegó que, desde que el PSOE llegó al Gobierno, el número de estos actos ha decrecido “sustancialmente” al pasar de 70 en 2017 a 20 en 2019, según los datos del Observatorio de Covite. “Todos hemos sufrido el terrorismo y la crueldad de ETA, pero todos hemos hecho frente a la organización terrorista”, aseveró el ministro, que recordó que su Departamento está trabajando en la reforma de la ley de reconocimiento y protección integral a las víctimas del terrorismo para introducir sanciones administrativas.

Jiménez-Becerril denunció por su parte que Pedro Sánchez “se ha vendido a Bildu por cinco votos manchados de sangre” y ha vuelto “invencible a ETA pactando con sus herederos”. “Sánchez no es un loco, es un presidente sin sentido de Estado, un oportunista”, al que las víctimas de ETA “no le rentan”, dijo, pero sí los que hacen homenajes a Parot, “el terrorista más sanguinario de la historia de España”. Gil Lázaro subrayó que la actitud del Gobierno “forma parte de un intento de blanquear la historia criminal de ETA para olvidar que hubo víctimas y verdugos”. “Los hijos de esos verdugos son hoy socios preferentes de un Gobierno que cede ante sus exigencias”, zanjó.

Por otro lado, el PP defenderá hoy en el Congreso una reforma del Código Penal para aumentar de tres a cuatro años la pena máxima por enaltecimiento del terrorismo o por la realización de actos públicos que entrañen descrédito, menosprecio o humillación a las víctimas. El PP ha incluido esta propuesta en la enmienda de totalidad que ha presentado para intentar frenar la tramitación de la reforma del Código Penal auspiciada por Unidas Podemos. La misma busca despenalizar los delitos de opinión y evitar la cárcel por injurias a la Corona, ataques a los símbolos del Estado y enaltecimiento del terrorismo.