Los gobiernos vasco y español reivindicaron ayer que la “presión social y política” ha sido determinante para que se haya desconvocado la marcha prevista en Arrasate y evitar “ofensas hirientes e injustas”. El Centro Memorial de Víctimas fue el escenario del homenaje conjunto que tributaron a las víctimas de Parot los ejecutivos central y vasco, representado por la consejera Beatriz Artolazabal, y asociaciones de víctimas.