- Lejos de calmarse las aguas, los dos bandos en disputa en Eusko Alkartasuna vuelven a mostrar sus discrepancias. Ayer, cuando se cumplieron 35 años de la fundación del partido, y pese a realizar un balance similar de los logros cosechados en la formación durante su historia, el sector crítico y la dirección actual chocaron nuevamente sobre el futuro más cercano que le aguarda a EA. Así, mientras el fundador y lehendakari ohia Carlos Garaikoetxea criticaba que Eusko Alkartasuna se sume a una “integración en un partido único” en la coalición EH Bildu, “donde no pueden fundirse ideologías tan diversas como la socialdemocracia y su moderación, e izquierdas dogmáticas radicales”; la actual secretaria general Eba Blanco acusaba a los críticos de “atizar el ambiente” ante el trascendental congreso que la marca soberanista debe llevar a cabo.

En su artículo de opinión, Garaikoetxea afirma que EA nació “apostando por cooperar con otras fuerzas vascas” en pos de objetivos tales como el derecho de autodeterminación, los planteamientos socialdemócratas y la defensa de los derechos humanos en toda circunstancia y rechazo rotundo de la violencia en el ejercicio de la política. “Y trabajó con denuedo para que la izquierda abertzale propiciara el fin de ETA e hiciera posible así los acuerdos con EA y otras fuerzas de ideologías progresistas, aunque muy diversas”. Así se hizo realidad EH Bildu, que en especial contribuyó “a la legalización de nuestros socios, arriesgando nuestra propia aceptación legal en las primeras elecciones compartidas con la izquierda abertzale”, rememora en su artículo.

Sin embargo, y a pesar de “la virtud de estas coaliciones, con ideologías distintas, pero con programas compartibles en elecciones concretas y diferentes respuestas posibles en temas no concertados”, esa fórmula “posibilita un amplio abanico electoral que se reduce si se confunde una coalición concreta con objetivos concretos, con la integración en un partido único, donde, por otra parte, no pueden fundirse ideologías tan diversas como la socialdemocracia y su moderación, e izquierdas dogmáticas radicales.” Garaikoetxea, de hecho, apunta a que “esta es hoy la discusión en EA que esperamos resolver democráticamente. Porque las crisis son encrucijadas que, bien resueltas, fortalecen a quienes bien las resuelven”.

Por su parte, y a la espera de que la actual dirección de EA fije una fecha en el calendario para celebrar su congreso, la dirigente oficialista Eba Blanco afeó al bando crítico, aunque sin mentarlo expresamente, por tratar de “atizar el ambiente”, aunque apuesta por “discutir y negociar hasta la saciedad” para limar las asperezas. En un artículo publicado en la web del partido, ahondó en que “no desvelo ningún secreto si digo que hay quienes se aferran a lo sempiterno desde aquel 4 de septiembre de 1986”. “Y por supuesto, también hay quien quiere seguir cogiendo la atxurra, y pico y pala, seguir construyendo la mejor herramienta para gobernar un país, con su gente y su entorno; y si para ello tenemos que discutir y negociar hasta la saciedad, así lo haremos, porque el diálogo y la alkartasuna es nuestra savia”.

“Las crisis son encrucijadas que, bien resueltas, fortalecen a quienes las resuelven”

Fundador de EA