- Cambio de tercio en el horizonte. Hoy se cumple un año desde que Iñigo Urkullu fue investido como lehendakari tras las elecciones de julio de 2020, y ahora afronta un segundo año con un enfoque diferente propiciado por las nuevas circunstancias. El análisis que hacen fuentes de su entorno consultadas por este diario pone el foco en la gestión económica y la reactivación, que van a centrar la acción del Ejecutivo con mayor hincapié gracias a la tregua que parece que va a dar el coronavirus. La lectura que se hace en Lehendakaritza es que el coronavirus dejará de ser una pandemia para convertirse en una endemia. Esto significa que va a acompañar a la sociedad durante mucho tiempo, pero afectará con menor intensidad, y las restricciones que haya que mantener no tendrán por qué ser tan duras ni este reto será tan absorbente para las instituciones públicas. Para adaptarse a esa nueva situación, se aprobará la Ley de Salud Pública, que aborda los retos sanitarios en general y no en exclusiva el coronavirus.

En paralelo, a juicio de Urkullu, la economía se acerca a la situación de normalidad previa a la pandemia en términos de recaudación fiscal, actividad industrial y desempleo, a pesar de las cifras coyunturales de agosto. Se trata de impulsar ese camino. Aunque los Presupuestos de 2021 ya rompieron el techo de los 12.000 millones de dotación total (una cifra que nunca antes se había superado), las Cuentas de 2022 en proceso de elaboración van a incorporar un plan de inversión con dinero 100% público.

Fuentes de la consejería de Hacienda que dirige Pedro Azpiazu explican que se trata de no perder el impulso, “aprovechar la ola y la ventana de oportunidad” que se abre por la suspensión de los límites de déficit y deuda por parte de la Unión Europea en 2021 y 2022. El plan afectará de manera transversal a prácticamente todos los departamentos del Ejecutivo PNV-PSE, con la excepción de los más técnicos, y con especial incidencia en las grandes consejerías inversoras: Desarrollo Económico (que abarca la industria), Salud, Educación y Vivienda, como citan desde la consejería de Azpiazu, que augura una inyección potente. Los detalles los ofrecerá el lehendakari en el pleno de política general previsto para el 16 de septiembre. Será el anuncio que centrará su intervención.

El portavoz del Gobierno y consejero de Cultura, Bingen Zupiria, ha sido uno de los primeros en relatar en público que ya ha recibido la llamada para detallar proyectos estratégicos de su área. Esta inyección de dinero público será uno de los dos pilares de la reactivación económica, junto a los fondos europeos, que entrelazan la actividad pública y la privada y que en el caso vasco se espera vehiculizar a través del plan Euskadi Next presentado por Azpiazu. El consejero ha apalabrado ya con el Estado español 500 millones en tres años y espera profundizar en septiembre.

Urkullu quiso poner el foco en la gestión económica en el Consejo de Gobierno que abrió el curso político el martes en Miramar, donde dejó ver que la pandemia no golpea ahora con tanta fuerza. Precisamente ayer, la incidencia acumulada se situó por debajo de los 300 casos por 100.000 habitantes en las últimas dos semanas, uno de los retos inmediatos que se había marcado Urkullu. Para poner fin a la declaración de emergencia sanitaria, sin embargo, el Gobierno Vasco se fija también en otros índices como la ocupación hospitalaria, y ahora no está en condiciones de anunciar un horizonte claro para poner fin a la totalidad de las restricciones, más allá de la ampliación de aforos de las últimas horas.

En materia económica, al margen de los empleos perdidos en un mes tradicionalmente malo, la última cifra del paro se situaba en el 10,3%, muy cerca del objetivo de hundirlo por debajo del 10%, de ahí que el mensaje en este caso sea tan optimista. Tras un año de resistencia, comienza el despegue. Junto a los Presupuestos y la Ley de Salud, la vicelehendakari segunda y líder del PSE, Idoia Mendia, tiene en cartera la negociación de la reforma de la Renta de Garantía de Ingresos, cuyas bases ya ha presentado en público con mejoras para colectivos sensibles como los pensionistas. PNV y PSE disponen de una mayoría absoluta suficiente para sacar adelante sus proyectos, aunque el lehendakari tiende la mano a la oposición.

En materia de transferencias, el Gobierno Vasco asumirá este otoño la competencia para gestionar las prisiones. Lo hará en dos tiempos: el 1 de octubre, y el 1 de enero de 2022 para encargarse de la reinserción laboral de los presos a través de Aukerak. En paralelo, el Gobierno Vasco comienza a apretar cada vez más en público al Ejecutivo español para que mueva ficha y siga cediendo las competencias que acumulan polvo en el Estatuto de Gernika desde hace más de cuatro décadas. Cree que, una vez culminada la remodelación del Gobierno de Sánchez y terminado el periodo vacacional, las conversaciones deberían retomarse de manera rápida y con resultados.

La consejera de Autogobierno, Olatz Garamendi, cuadra ya agendas con la ministra Isabel Rodríguez para retomar la negociación del Ingreso Mínimo Vital, los trenes de cercanías, inmigración y ordenación del litoral. En el calendario aparecen otras como los servicios de meteorología, salvamento marítimo, puertos y aeropuertos.

En Lehendakari-tza creen que han sentado las bases en el cumplimiento del calendario legislativo. Destacan que se han aprobado en Consejo de Gobierno prácticamente la mitad de las leyes comprometidas. Se han enviado 17 al Parlamento, entre las cuales figuran las de Memoria Histórica, Aportaciones, Actividad Física, Juventud, modificación de la Ley de Igualdad, Cuerpos y Escalas de la Administración, o algunas normas medioambientales.