- La manifestación convocada por la red ciudadana de apoyo a los presos, Sare, reclamó ayer en Bilbao el fin de la “legislación de excepción” y que se aplique la “progresión de grado” para lograr la “vuelta a casa” de los presos de ETA. La marcha, apoyada por miembros de algunas de las comparsas de Bilbao y que se desarrolló coincidiendo con el que hubiera sido el día grande de las fiestas de la capital vizcaína, suspendidas de nuevo este año por la pandemia, partió a las 19.30 horas de la tarde de la plaza Elíptica. De forma previa, al inicio de la manifestación, la portavoz de Sare Bego Atxa aseguró que entienden “el dolor de las víctimas” y la “necesidad” de familiares y amigos de recibir a los reclusos cuando abandonan la cárcel, por lo que cree necesario “encontrar un equilibro entre ambas vertientes”. “Entendemos el dolor de las víctimas, también entendemos la necesidad de los familiares y amigos de recibir a sus allegados y creemos que lo principal es encontrar un equilibrio entre ambas vertientes”, respondió, en un tono más conciliador que el empleado por la izquierda abertzale estos días.

Sare solicitó “un cambio en la política penitenciaria”. “Somos conscientes de que se están dando pasos, pero no son suficientes toda vez que sigue en vigor la legislación de excepción”, dijo. Atxa insistió en que Sare no reclama “una legislación privilegiada” para los presos de ETA, “pero sí una legislación igual a la que se aplica al resto de presos comunes”. Anunció que seguirán “trabajando” por el acercamiento a las cárceles vascas y la progresión de grados. “Creemos que no se puede dar un proceso de acercamiento a casa sin que se cumplan esas dos vertientes”, recalcó.

Durante el recorrido, los manifestantes corearon consignas pidiendo la “vuelta a casa” de los reclusos de ETA, y marcharon en columnas, ataviados con mascarillas y guardando las distancias recomendadas como consecuencia de la pandemia. Siguieron avanzando por la Gran Vía hasta desembocar en la Plaza Nueva.

Una vez allí, dieron lectura a un manifiesto en el que destacaron que 2021 “ha sido un año diferente” por la pandemia, que ha generado “grandes cambios”. “Tenemos que decir que los cambios que se han dado en cuanto a los presos también han supuesto un rayo de luz a lo largo de este difícil año”, sostuvieron.

Según dijeron, después de “largas décadas” se han producido “pasos significativos para poner fin a la política de alejamiento”, algo que “está siendo fundamental, sobre todo para aligerar la carga de los familiares y amigos”. Este hecho supone también, según Sare, “un primer paso importante para poder avanzar en el camino de vuelta a casa que deben recorrer los presos vascos”. “Pero no es suficiente, porque la mayoría de presos sigue en cárceles fuera de Euskal Herria y porque la aplicación normalizada de la progresión de grados es un instrumento imprescindible para ese proceso. Si no se pone fin a la legislación de excepción, no se dará esa normalización”, apuntaron.