- En el debate sobre financiación autonómica no se abordará el régimen foral de la CAV y de Nafarroa, ni para su suspensión, pese a que haya “algunos que se parten la camisa, que se rasgan las vestiduras intentando decir que son los defensores de la unidad de España y de la Constitución y provocando la confrontación permanente con esas realidades”, ni para extenderlo a otras. De esta manera se pronunció la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, quien señaló que el primer hito en este apartado llegará en noviembre, cuando Hacienda tiene intención de presentar, después de las reuniones bilaterales que está manteniendo, la definición del criterio de “población ajustada” que se aplicará para repartir los recursos y que tendrá en cuenta elementos como la población, su estructura de edad, la insularidad o la dispersión geográfica. Eso sí, la dirigente socialista avisó de que “si somos honestos y nos ponemos de acuerdo en eso, lo que no vale luego es que alguien aplique simplemente el criterio de población y diga, estoy infrafinanciado o me han robado”, que para la ministra “es una palabra que se utiliza mucho por el PP” y que le recuerda “mucho a los independentistas”.

Establecido el criterio, entiende que en el debate general sobre la financiación autonómica será el momento “adecuado” para abordar el debate concreto de la “armonización fiscal”. Al respecto, declaró que “no vale que haya territorios que opten legítimamente por bajar los impuestos y a continuación pidan dinero al Gobierno de España, eso no se sostiene”, como también rechaza que haya “islas fiscales” en el Estado español, en este caso pensando en Madrid.

Montero cree que la actitud del PP “dificulta un acuerdo” sobre financiación autonómica y pidió que este tema no se plantee como una “confrontación entre territorios”. En esta actitud ve cada vez más al PP, del que dice que “cada día se parecen más a esos comportamientos poco democráticos que tiene la ultraderecha” y al que reprocha “que no esté arrimando el hombro en lo elemental”. A su parecer, “lo peor que puede pasar es que impulsemos debates que lejos de sumar, desunan, que lejos de contribuir al proyecto colectivo, cada uno se plantee de lo mío qué hay, sin importarle qué pasa con el resto”.