- Varias comunidades autónomas quieren aprovechar la Conferencia de Presidentes del viernes para plantear al jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, el debate sobre la reforma del modelo de financiación autonómica. De hecho, las autonomías están divididas en al menos dos bloques: las que defienden que se atienda al coste de la prestación de servicios por habitante y las que reivindican que sea el criterio poblacional el que prime.

A lo largo de las últimas semanas, las autonomías han vuelto a reivindicar la reforma de este modelo en medio de la polémica por la intención de Catalunya de abordar este asunto en la mesa de diálogo con el Gobierno español. Así, Andalucía y la Comunidad Valenciana mantuvieron la semana pasada una reunión para buscar un frente común junto a Murcia y Castilla-La Mancha de cara a plantear una propuesta al Ministerio de Hacienda de reforma del modelo de financiación.

Por otro lado, el presidente de Aragón, Javier Lambán, ha reconocido que hay contactos entre comunidades autónomas para ir con posiciones compartidas en el tema de la financiación. Al respecto, se refirió a la Declaración de Zaragoza de septiembre de 2018, suscrita por varias autonomías con problemas de despoblación como Galicia, Asturias, Castilla y León, Castilla-La Mancha y La Rioja, y que definió como un “documento muy potente para caminar millas”. “Aragón está alineado con quienes comparten nuestros problemas y no nuestra ideología”, aseguró. Reivindicará por ello el viernes una financiación autonómica que atienda el coste de los servicios por habitante y una gestión de los fondos europeos para la recuperación económica tras la pandemia que permita reequilibrar a las comunidades autónomas.

El presidente de Melilla, Eduardo de Castro, mostró por su parte su intención de abordar las relaciones entre España y Marruecos. “Toda esta desagradable historia que estamos viviendo respecto a Marruecos se pondrá, como siempre he hecho, encima de la mesa”, afirmó, refiriéndose a la crisis fronteriza que tuvo lugar hace dos meses con los acontecimientos de Ceuta, que también afectaron a Melilla.