- El Gobierno de Iñigo Urkullu espera que la remodelación del gabinete de Pedro Sánchez sirva para avanzar en las “cuestiones que están comprometidas” desde el inicio de la legislatura. Así lo corroboró ayer el portavoz del Ejecutivo vasco, Bingen Zupiria, que hizo alusión al cumplimiento íntegro del Estatuto, la gestión de los fondos europeos o la concertación de impuestos. Sin entrar a valorar los cambios realizados por el presidente español, en tanto que es una competencia que no corresponde a Lakua, sí se aguarda a que estas modificaciones contribuyan a “profundizar en las relaciones institucionales” entre el Gobierno Vasco y el español y, sobre todo, para “avanzar en todas aquellas cuestiones que están comprometidas desde el inicio de la investidura del presidente Sánchez”.

“Acuerdos que están escritos, suscritos, que son públicos y que estamos esperando que se cumplan. Especialmente, hay tres ámbitos que son importantes para el Gobierno Vasco”, indicó Zupiria. El primero de ellos tiene que ver con el desarrollo del Estatuto y “con el compromiso que adquirió el presidente Sánchez para su cumplimiento en esta legislatura”. El segundo se refiere a la administración y la gestión política de los fondos europeos y, por último, el que tiene “especial relevancia con todo lo que tiene que ver con el avance en la concertación de impuestos de cara a una próxima Comisión Mixta de Concierto económico”.

El pasado lunes el propio lehendakari Urkullu tendía la mano ofreciendo “diálogo, negociación y acuerdo” para que se haga efectivo “el cronograma aprobado por el propio Gobierno español en enero de 2019”. Una especie de aviso solapado ante los numerosos retrasos en el calendario para materializar el traspaso de casi una treintena de competencias pendientes de llegar a Euskadi, con el Ingreso Mínimo Vital (IMV) como último escollo incumplido, que acumula ocho meses de retraso y ha provocado una sima entre el PNV y el ratificado ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, cuya supervivencia en el Gobierno hace intuir que los choques no han expirado. En este contexto también se encuentra la batalla por el TAV y su soterramiento en Bilbao y Gasteiz. Los jeltzales instaron a que Sánchez intervenga para poner orden en el caos entre tres ministerios que están paralizando la infraestructura por trabas burocráticas, fallos de comunicación sobre los trámites pendientes y, a veces, dejación o “falta de coordinación”. El nudo gordiano se dirime entre el Ministerio de Hacienda de María Jesús Montero; el de Transición Ecológica de Teresa Ribera, y el de Transportes que comandaba José Luis Ábalos y que ha pasado a manos de la hasta ahora alcaldesa de Gavà, Raquel Sánchez.