edro Sánchez apenas lleva tres años en Moncloa pero han sido años de grandes convulsiones y sobresaltos que han afectado sobremanera a la composición del Gobierno español. Desde que alcanzó la presidencia del Gobierno español en la primavera de 2018 con la moción de censura a Mariano Rajoy, el líder socialista ha acometido diversas remodelaciones en su gabinete y un total de 17 ministros han abandonado el Ejecutivo, por motivos muy diversos.

La etapa de Sánchez en Moncloa ya comenzó con el traspiés relativo a Màxim Huerta, rostro televisivo y autor de bestsellers a quien el flamante presidente fichó en clave mediática para el Ministerio de Cultura, pero que se vio obligado a abandonar el Gobierno una semana más tarde de asumir el cargo tras desvelarse sus irregularidades con el fisco. Su sustituto fue José Guirao.

Dos meses más tarde llegó otro varapalo para el Ejecutivo que entonces lideraba el PSOE en solitario: la ministra de Sanidad, Carmen Montón, se vio obligada a dimitir tras desvelarse que fue una de las beneficiadas de los posgrados regalados de la Universidad Rey Juan Carlos, en un caso similar al de la expresidenta madrileña Cristina Cifuentes. Tras este episodio llegó a Sanidad la veterana socialista María Luisa Carcedo.

Ya en 2019 se produjeron otros dos cambios, pero por motivos muy diferentes. En primer lugar, Josep Borrell abandonó Exteriores para encabezar la lista del PSOE a las elecciones de la Unión Europea, en cuyo seno logró después hacerse con el cargo de alto representante para la Política Exterior. Como el Gobierno español estaba entonces en funciones por la convocatoria de las generales y el bloqueo político posterior, Borrell no pudo ser sustituido inmediatamente y sus funciones las asumió temporalmente la ministra de Defensa, Margarita Robles.

Lo mismo ocurrió con Meritxell Batet, que pasó a presidir el Congreso y tuvo que dejar su puesto al frente del Ministerio de Política Territorial. Fue el ministro de Agricultura, Luis Planas, quien se encargó de asumir sus tareas hasta que se formó el nuevo Gobierno en enero de 2020.

Aquí se produjeron cambios de calado en el gabinete de Sánchez, mayormente condicionados por la inclusión de Unidas Podemos con cinco ministros. Pero, más allá del inicio de la coalición, el presidente aprovechó también para renovar otras carteras. Así, desaparecieron de la foto Magdalena Valerio, José Guirao, María Luisa Carcedo y Dolores Delgado, que pasó a ejercer como fiscal general del Estado.

Antes de terminar el pasado año hubo otro ajuste con la salida de Salvador Illa de Sanidad para encabezar la candidatura del PSC en las catalanas. Esta baja trajo consigo el cambio de cartera de Carolina Darias y el aterrizaje en el Gobierno de Miquel Iceta.

Este 2021 los vaivenes en Moncloa no se han calmado sino todo lo contrario. La primera sorpresa llegó con el abandono de Pablo Iglesias de la vicepresidencia segunda para concurrir en las elecciones madrileñas.

Y el pasado sábado se produjo al fin la anunciada remodelación del Gobierno para afrontar el segundo tramo de la legislatura, renovación que ha resultado ser más amplia de lo que se esperaba. En este proceso, Pedro Sánchez ha fulminado a Carmen Calvo, José Luis Ábalos, Isabel Celaá, Pedro Duque, José Manuel Rodríguez Uribes, Arancha González Laya y Juan Carlos Campo. Un total de siete ministros que engordan la cifra de incineraciones del líder socialista hasta llegar a las 17. Además, Sánchez ha aprovechado para despedir también a su jefe de gabinete y estratega de cabecera, Iván Redondo.

Tras estos cambios de calado, solo quedan en el gabinete cinco ministros supervivientes del primer Gobierno de Sánchez en 2018. Se trata de Fernando Grande Marlaska, María Jesús Montero, Margarita Robles, Reyes Maroto y Luis Planas; estos dos últimos con perfil muy bajo.