- Los presos “salen de la cárcel con la voluntad reforzada de construir una república catalana”. Rodeado de todo su Govern, Pere Aragonès compareció poco después de que el Consejo de Ministros aprobara los indultos para reclamar al Estado que ha llegado “la hora de un referéndum acordado”. Desde la Sala Gótica del Palau, el president valoró que la medida de gracia contribuye a dar credibilidad al diálogo y la negociación pero que es momento de ir más allá. “Destinaremos desde el Govern todos los esfuerzos a hacer posible esta nueva etapa donde la negociación y la política deben ser el espacio para resolver un conflicto que lleva demasiado tiempo enquistado”, manifestó, defendiendo que los indultos no acaban con las causas judiciales que afectan a independentistas y que todavía están pendientes, por lo que demandó la amnistía: “Exigimos al Estado a que cese toda la represión”.

“Es la hora de un referéndum acordado y que cuente con el aval internacional, como desea una amplísima mayoría de la población de Catalunya. Amnistía y autodeterminación. Libertad y democracia. Negociación y acuerdo. Es el momento de volver a hacer política”, explicitó el president, para quien los indultos son “un reconocimiento de que las condenas fueron injustas”. Aragonès estimó que esta medida “alivia su situación personal, la de sus familias y la de su entorno más cercano”; y que, después de tres años y medio “privados injustamente de libertad”, los presos “salen con la cabeza bien alta, los ideales intactos y la voluntad reforzada de construir una república catalana libre y justa, europea y próspera”. El líder de Esquerra redundó que “en ningún caso acaba con la inhabilitación que sigue limitando los derechos políticos de los líderes independentistas que saldrán de la cárcel”, y aprovechó para recordar a los exiliados “con el president Puigdemont al frente”. “No se resuelve la causa general contra el independentismo con miles de personas pendientes de juicio o bajo amenaza del Tribunal de Cuentas por su compromiso democrático”, zanjó.

De paso, hizo mención al informe que aprobó por amplia mayoría la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, que solicita “poner fin a la represión, retirar las demandas de extradición contra los exiliados y detener la persecución de representantes políticos y servidores públicos en el ejercicio de su mandato”. Un documento donde el PSOE cerró filas con el constitucionalismo para desterrar algunos de los argumentos del organismo europeo, cargando contra el informe, mientras Sánchez hablaba de “reencuentro”.

Uno de los indultados, Josep Rull, consideró que no se recuperará la normalidad hasta que no se permita votar a la ciudadanía por la autodeterminación: “Ayer Sánchez decía que quiere a los catalanes. Si nos quieren, que nos dejen votar. Y si nos quieren seducir, que nos seduzcan, y al final que decida la gente”. Su compañero en la causa del 1-O Joaquim Forn apostilló que no ha renunciado a sus ideales y seguirá “luchando contra la represión, por el retorno de los exiliados y la independencia de Catalunya”. “1328 días en la cárcel. Ni un solo día de renuncia”, escribió en un tuit.

Por su parte, el líder de JxCat, Carles Puigdemont, aseveró que los indultos son una “reacción” a esta resolución del Consejo de Europa: “Deben entenderse como una reacción a esta contundente y explícita resolución de la Asamblea Parlamentaria y otras peticiones de la comunidad internacional”. Junts atribuye la medida de gracia “a la presión internacional” y niega cualquier tipo de pacto o de negociación de su partido con el Gobierno español. Su portavoz, Mònica Sales, criticó “la letra pequeña” de los indultos, ya que “son parciales y reversibles”, lo que su formación cree que es una forma de “amordazar a los presos políticos”.

Asimismo, la CUP advirtió de que no resuelven “el escenario catalán”, ya que “hay más de 3.000 personas” con causas judiciales abiertas “que quedan en la intemperie”; e interpreta que “intentan ser una primera piedra de una operación de Estado impulsada por el Gobierno español y las élites económicas”, mediante la cual “se pretende cerrar el procés con un pacto entre despachos”.

El expresident Artur Mas celebró la concesión pero precisó que “no deja de ser un parche que queda muy lejos de ser la solución al conflicto político”. “Solamente la amnistía podría poner el contador a cero y permitir abordarlo desde la política”, afirmó.

“Ayer Pedro Sánchez decía que quiere a los catalanes. Si nos quieren, que nos dejen votar”

Exconseller e indultado en la causa

“Seguiré luchando contra la represión, por el retorno de los exiliados y la independencia”

Exconseller e indultado en la causa