- Como establece el protocolo, el lehendakari recibió ayer en el palacio de Ajuria Enea a Iñaki Subijana, elegido hace unas semanas como nuevo presidente del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco. Fue un encuentro rutinario y Lehendakari-tza ofreció unas pinceladas generales sobre los temas abordados, aunque destacaron las alusiones a la “disposición mutua a la colaboración y cooperación” en todos los ámbitos, incluida una mención expresa a la gestión de la transferencia de las prisiones. En este ámbito, los discursos de Urkullu y de Subijana tienen puntos de conexión. El presidente del tribunal es un conocido defensor de la justicia restaurativa, la mediación con las víctimas, los procesos que se cierran de mutuo acuerdo entre las partes, y los ejercicios que supongan que el acusado reconozca su responsabilidad, y también ha valorado en público estos días el traspaso de la competencia para gestionar los centros penitenciarios porque lo recoge el Estatuto de Gernika. Cree que Euskadi está jurídicamente preparada para abordar el traspaso el 1 de octubre, y ve margen para esa justicia restaurativa que quiere impulsar el Gobierno.

El encuentro sirvió para que ambos se trasladasen su “disposición mutua a la colaboración y cooperación en todos los ámbitos guardando el respeto al ámbito y función institucional respectivo”. No se concreta más, pero es una mención que llega tras los episodios de tensión en la gestión del coronavirus. La posición de los jueces vascos se ha destacado por ser una de las más duras de todo el Estado, con el juez de la sala de lo contencioso-administrativo, Luis Garrido, vetando medidas como el cierre de bares en zona roja. Tampoco prosperaron el toque de queda, los cierres perimetrales y la limitación de reuniones tras el fin de la alarma. Han surgido otros roces entre la política y la justicia, como sucedió con la decisión del tribunal que consideró discriminatoria la exigencia de euskera en la Policía local de Irun. Urkullu y Subijana, en ese contexto, han apostado por cooperar desde el respeto a la función institucional de cada uno.

La nota de Lehendakaritza sí habla de abordar “la digitalización de la Administración de Justicia, según el acuerdo adoptado recientemente en Consejo de Gobierno”, y abordar “el reto de gestión derivado de la transferencia de centros penitenciarios”, así como “asuntos de políticas sectoriales de mutuo interés”. Urkullu, por su parte, manifestó su preocupación por la “deriva” de la Justicia en el Estado español, “ante la imposibilidad de acuerdo para la renovación de los órganos del poder judicial, el Tribunal Constitucional, el Tribunal Supremo y las consecuencias que provoca”. Precisamente, Subijana fue elegido como presidente por un Consejo General del Poder Judicial en funciones, lo que supuso romper el bloqueo al menos en el Superior vasco.