- El Gobierno Vasco rindió ayer tributo a la memoria de José Miguel Andueza, víctima reconocida de violencia policial ilícita, en el 51 aniversario de su muerte. El viceconsejero de Derechos Humanos, Memoria y Cooperación, José Antonio Rodríguez Ranz, reivindicó “la dignidad de todas las víctimas y su derecho a la memoria, verdad, justicia, reconocimiento y reparación”, en el acto organizado por el Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos Gogora, celebrado en el Palacio de Aiete de Donostia, sede de la Casa de la Paz y los Derechos Humanos.

Andueza fue asesinado por miembros de la Guardia Civil el 15 de junio de 1970. Había pasado varios años trabajando como pastor en Estados Unidos y decidió volver a su localidad natal, Bera, para comenzar una nueva vida. Aquel día se vio implicado en un accidente de tráfico en la Avenida de Tolosa en Donostia, y tras una discusión, uno de los agentes que acudió al siniestro le descerrajó varios disparos.

El homenaje se enmarcó en los reconocimientos que el Ejecutivo vasco realiza para recordar a las víctimas del terrorismo y la violencia en el 50 aniversario de los hechos, que en este caso se retrasó un año debido a la pandemia derivada del covid-19. Rodríguez Ranz señaló que “no valen las excusas” como el “clima político” de la época, la “violencia de ETA” o la “violencia política” y remarcó que Andueza fue víctima de un “Estado represor”. El viceconsejero recordó el “clima de dura represión” vivido durante esos últimos años de la dictadura y reivindicó el “derecho al reconocimiento y memoria de las víctimas de la violencia ejercida por las fuerzas al servicio del Estado español”.

El homenaje fue conducido por la directora de Gogora, Aintzane Ezenarro, y acudieron al mismo el alcalde de Donostia, Eneko Goia, concejales de los ayuntamientos de la capital guipuzcoana y de Bera, y Esteban Andueza, sobrino de José Miguel Andueza, así como familiares de otras víctimas de violencia policial.

En su transcurso, José Antonio Rodríguez Ranz subrayó que se trata de un hecho que sucedió en la dictadura franquista y que “el Estado de Derecho no rectificó”. Cabe recordar que el reconocimiento de José Miguel Andueza como víctima de violencia policial ilícita no se produjo hasta 43 años después de su muerte, a través del Decreto 107/2012 de junio del Gobierno Vasco.

Añadió que el olvido no es una “buena solución” para la violencia. “La Transición hizo un pacto por el silencio, por el olvido, no sé si fue intencionado o no, pero la historia nos ha ensañado que enterrar las heridas en falso nunca ha sido una buena solución”, afirmó. Además, aseguró que durante “todos esos años el dictador llevó a cabo la represión con mano dura” contra los movimientos políticos y sociales que ejercían una “contestación” contra el régimen franquista.

“Todas las víctimas, son víctimas de primera. Todas ellas se han visto afectadas por una violencia injusta, y reconocer esto y decirlo en voz alta no significa ni equiparar, ni exculpar, ni legitimar, ni compensar. Significa simple y llanamente reivindicar la dignidad de todas las víctimas y su derecho a memoria, verdad, justicia, reconocimiento y reparación”, manifestó el viceconsejero.

El Gobierno vasco documentó y reconoció en 2017, mediante el informe Saliendo del olvido, que 187 personas fueron víctimas de abusos policiales entre los años 1960 y 1978. La Comisión de Valoración recogió que, de las personas reconocidas como víctimas de violaciones de derechos humanos, abusos policiales y sufrimientos injustos llevadas a cabo por agentes del Estado español, 34 fueron asesinadas.

“La historia nos ha enseñado que enterrar las heridas en falso nunca ha sido una buena solución”

Viceconsejero de Derechos Humanos