- El lehendakari no está nada satisfecho con la marcha de las conversaciones para transferir a Euskadi el Ingreso Mínimo Vital. Ve necesario que se reconduzca la oferta que ha planteado a la baja el ministro Escrivá, quien propone una mera encomienda de gestión en la que el pago de la ayuda quedaría en manos de la Seguridad Social y los ciudadanos quedarían condenados a un incómodo peregrinaje de ventanilla a ventanilla. Pero Iñigo Urkullu no quiso ayer echar más leña al fuego en un momento crítico para el Gobierno español de Pedro Sánchez por la futura concesión de los indultos para los soberanistas catalanes encarcelados. En el pleno del Parlamento Vasco, tampoco quiso alimentar la estrategia del PP, que por boca de Carlos Iturgaiz utilizó estos incumplimientos para invitarle a poner fin al ciclo de Pedro Sánchez en La Moncloa. Urkullu apostó por dar margen a la negociación y, además, rechazó los cantos de sirena del PP recordando que Iñaki Oyarzábal impulsó en el Senado una moción en contra del calendario de transferencias. Por el contrario, con el ministro Iceta se han acordado recientemente cuatro traspasos (entre ellos, el histórico de las prisiones), y Urkullu confía en resolver nueve materias en octubre.

Sin referirse a Escrivá, Urkullu respondió ayer en el pleno al líder del PP, Carlos Iturgaiz, que no le oculta su “desazón” por el IMV, pero seguirán “trabajando para que se cumpla el acuerdo”. “Y tengo esperanzas de que sea así”, aclaró. El portavoz de PP+C’s había pedido al PNV que se plantee “contribuir al fin de un ciclo lamentable”, en referencia a Pedro Sánchez. Iturgaiz repasó la acción de un Gobierno español que va “de incumplimiento en incumplimiento” sobre el IMV, los fondos europeos o un Tren de Alta Velocidad que ahora llegará en 2026, frente al plazo de 2023 que pactó el expresidente Rajoy con el PNV. Hizo responsable de lo sucedido al PNV por haber respaldado la moción de censura de Sánchez.

El lehendakari puso en valor las transferencias pactadas. Tras aclarar que a él no le corresponde entrar en la acción del PNV como partido, sí quiso lanzar un dardo al PP para recordarle que, si del cumplimiento del Estatuto se trata, Oyarzábal defendió en el Senado una polémica moción en contra. Retó a Iturgaiz a aclarar si sigue defendiendo esas posiciones. Urkullu dijo que siguen las conversaciones, que en algunas están “lejos de un acuerdo” (en el IMV), pero se sigue “trabajando”. En ámbitos jeltzales empieza a cundir la sensación de que el presidente español se reserva esta baza para negociar el techo de gasto presupuestario. Algunas voces socialistas apuntan, por su parte, a octubre.

Iturgaiz volvió a azuzarle con los “desaires” de Sánchez, el “ninguneo” con el estado de alarma, o la oferta sobre el IMV “sin medios materiales ni humanos”. “Bonito negocio hemos hecho los vascos con los gobiernos Frankenstein”, opinó. Urkullu aclaró que, en las relaciones con PP y PSOE, los acuerdos sectoriales y el Concierto Económico se han ido cumpliendo, pero en el autogobierno ha habido incumplimientos hasta el calendario pactado en 2019. Además, admitió que su valoración sobre Sánchez está condicionada por el coronavirus, que obliga a colaborar. Esperó pactar nueve traspasos en octubre, y una gestión bilateral de las ayudas directas y los fondos europeos.

Cártel. Urkullu anunció ayer que el Gobierno Vasco va a poner a disposición del Parlamento “todas las contrataciones con las empresas afectadas” en la investigación de la Comisión Nacional de la Competencia sobre el cártel de consultorías. En respuesta a Elkarrekin Podemos-IU, dijo que no afecta solo a Euskadi sino a múltiples administraciones estatales, que la investigación tiene por objeto a las empresas y no las administraciones, y que las adjudicaciones vascas fueron fiscalizadas por el Tribunal de Cuentas.