La gestión de las prisiones vascas, que el Gobierno de Iñigo Urkullu asumirá a partir del 1 de octubre, va calando poco a poco en Euskadi. Hoy se ha puesto el foco en los trabajadores de los centros penitenciarios, que junto a los propios internos "son agentes activos y una parte muy importante en el proyecto que pretendemos desarrollar", ha asegurado la consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal, durante una visita a la cárcel de Zaballa junto al equipo que cogerá las riendas de esta competencia en apenas cuatro meses.

En dicho marco, Artolazabal ha depositado un ramo de flores junto a la placa en recuerdo de Máximo Casado, funcionario de la cárcel de Nanclares que fue asesinado por ETA el 22 de octubre de 2000. Un homenaje que ha hecho extensivo a "todo el colectivo de funcionarios de prisiones y personal laboral, quienes tuvieron que sufrir la sinrazón de la barbarie terrorista de ETA". La consejera ha anunciado a su vez la puesta en marcha de un estudio para "reconocer y no olvidar el sufrimiento" y la "presión que tuvieron que soportar" estos trabajadores. El informe será realizado por el Instituto Arrupe de la Universidad de Deusto y se espera que pueda estar listo el próximo año.

LA GESTIÓN MEJORARÁ

Artolazabal ha defendido que, al igual que sucedió con otras transferencias en el pasado, "la cercanía mejorará la gestión y las propias condiciones del colectivo laboral" una vez culmine el traspaso de prisiones. Ha admitido las "preocupaciones" que les han trasladado los representantes sindicales del colectivo de trabajadores, que se situarán bajo el paraguas de la administración vasca, y les ha lanzado un mensaje de "tranquilidad", al tiempo que ha subrayado que "hace falta un tiempo prudencial para adaptarnos".

La viceconsejera de Justicia, Ana Agirre, también presente en la visita junto a sus tres directores, ha anunciado la incorporación al departamento de seis funcionarios con un acentuado perfil técnico, que dependerán a su vez de las tres direcciones y sobre los que recaerá la gestión del modelo penitenciario en Euskadi. El trasvase de personal de una administración a otra, las infraestructuras y recursos generales, junto con la acción social y el régimen interno de los centros, vertebrarán sus funciones. Agirre ha recordado por último que siguen trabajando para dotar de una futura función, aún por determinar, a la cárcel de Nanclares, actualmente en desuso.