- La aparición del coronavirus, que provocó que el Gobierno Vasco declarase la emergencia sanitaria el 13 de marzo de 2020, cambió las reglas del juego pero no debe condicionar la respuesta institucional a la crisis sanitaria y social. Dicha actuación debe ser doble, por un lado solventar de forma eficaz estas nuevas necesidades y por otro allanar el terreno para el escenario post-covid, el día después, "los retos que tiene planteados Euskadi en el medio y largo plazo". Se trata por tanto de "garantizar el bienestar presente y las oportunidades futuras de las generaciones más jóvenes", tal y como afirma el lehendakari Iñigo Urkullu en el artículo que publica hoy DNA en las dos páginas siguientes.

Esa doble vía de actuación en la que está inmerso el Ejecutivo que preside Urkullu se puede resumir en la adaptación de su modelo de trabajo colaborativo, conocido como auzolana, "a la nueva realidad post-covid". En su artículo, el lehendakari hace especial hincapié en la relevancia de la "estrategia institucional compartida", en la que el trabajo conjunto del Gobierno Vasco con las Diputaciones Forales, Eudel y los ayuntamientos de las tres capitales de la CAV es "un activo fundamental". Asegura por ello que "debemos mantener la cercanía con la sociedad y seguir centrados en el compromiso diario con el crecimiento y el progreso de Euskadi". Añade que el "logro de objetivos y reformas concretas y tangibles" va a seguir siendo un elemento crucial en el nuevo escenario, por lo que el "modelo de gobernanza colaborativa" seguirá siendo "una fortaleza si demostramos capacidad de adaptación y cambio".

Este "método de trabajo" ya se traduce en beneficios tangibles para Euskadi, como el hecho de que haya vuelto a obtener "una calificación de rating dos niveles superior a la calificación de España". También en que "la economía vasca es más rica, más industrial y más exportadora que la de su entorno", recuerda el jefe del Ejecutivo vasco. Cita como ejemplo de este empeño "los proyectos incorporados a Euskadi Next", que sufrirán un acelerón con la llegada de los fondos europeos. Advierte, eso sí, de que "si estos fondos no llegasen contamos con los recursos y capacidades suficientes para convertir los proyectos en realidad".

En esta amplia hoja de ruta, el "logro de más y mejor autogobierno para Euskadi" es definido por Iñigo Urkullu como un "objetivo prioritario e irrenunciable". "Se trata de contar con más herramientas, palancas y capacidades para responder con más eficacia" a los retos actuales, explica. Así, "la interlocución política con los ministerios del Gobierno español es constante y fluida" para lograr que se materialice el traspaso de las competencias pendientes.

Ligado a este afán por potenciar el autogobierno está la proposición de ley que se está tramitando para dotar de "mayor seguridad jurídica" a las decisiones que adopten las instituciones vascas sin temor a que sean tumbadas después por los tribunales de justicia, como sucedió con la orden de cerrar los establecimientos de hostelería. En la agenda a corto plazo el lehendakari también cita la nueva ley educativa vasca, la reforma integral de Lanbide y actualizar la Renta de Garantía de Ingresos para combatir las "nuevas desigualdades" fruto de la pandemia.

Una "doble línea de atención al presente y al futuro" que, insiste, "responde a las necesidades de la emergencia sanitaria y prepara las condiciones para afrontar el nuevo tiempo post-pandemia". La actualización del "modelo auzolana" puede suponer, de este modo, una "oportunidad" para "salir más fuertes de esta crisis", con la "cosoberanía" como "una necesidad de progreso". "Juntos lo haremos mejor y llegaremos más lejos", prosigue Urkullu, ya que "construir una Euskadi más fuerte significa trabajar en un escenario de colaboración" a múltiples niveles.

"Debemos mantener la cercanía con la sociedad y seguir centrados en el compromiso diario con el crecimiento de Euskadi"

"El cumplimiento íntegro del Estatuto de Gernika es un objetivo prioritario e irrenunciable"

Lehendakari