- La mayoría del Congreso mostró ayer su oposición a la reapertura del caso de Mikel Zabalza, fallecido en 1985 tras ser detenido por la Guardia Civil, por lo que previsiblemente hoy no saldrá adelante la propuesta del PNV de que el Gobierno pida a la Fiscalía que vuelva a abrir diligencias en este caso.

Según la Guardia Civil, Zabalza murió por ahogamiento al darse a la fuga cuando iba a mostrar un zulo, pero unos audios conocidos recientemente apuntan a que falleció como resultado de las torturas que sufrió en el cuartel de Intxaurrondo. Por ello, el PNV, que sí contará con el respaldo de Unidas Podemos, interpeló la pasada semana al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, sobre este asunto y ayer llevó a la Cámara una moción que insta también al Ejecutivo a desclasificar toda la documentación.

A esta iniciativa presentó el PSOE una enmienda edulcorada: “El Gobierno insta a los poderes públicos competentes en materia de esclarecimiento de hechos constitutivos de delito a que se investigue a fondo, con el fin de saber la verdad en torno a la muerte del joven navarro Mikel Zabalza”.

Una enmienda que el PNV no aceptó porque según Aitor Esteban era “hueca”, cuando lo que se debe hacer, en su opinión, es “pasar de las palabras a los hechos” e instar a la Fiscalía a que reabra diligencias. “No vale decir, como el ministro Grande-Marlaska, que esto es cosa de los tribunales. ¿Es que la Policía no investiga? ¿Es que no se puede levantar el velo de documentos que puede haber en torno al caso? ¿Es que no va a hacerlo un Gobierno formado por PSOE y Podemos?”, preguntó el jeltzale.

Y se lo preguntó tras recordar que también en el caso Lasa y Zabala tuvo que ser el Tribunal Supremo quien, “por vergüenza torera, obligó a levantar el velo”.

Pero la diputada socialista Gemma Urquijo le insistió en que el Estado de Derecho ya actuó y que las escuchas que ahora han salido a al luz ya fueron aportadas a la Justicia en 2004, pero los tribunales y, en concreto la Audiencia Provincial de Gipuzkoa, desestimaron su valor probatorio.

Aunque ha “empatizado” con el PNV y con su “sentimiento de frustración”, Urquijo apeló a la división de poderes que consagra la Constitución y se mostró convencida de que si aparecen nuevas pruebas, la Justicia.

Durante el debate, algunos diputados, representantes de EH-Bildu, la CUP o ERC, aprovecharon para denunciar la existencia de torturas aún después del franquismo y, en este sentido, han recordado las once denuncias del Tribunal Europeo de Derechos Humanos a España por no investigar suficientemente este tipo de casos.

También sirvió el debate para que otros grupos, como PP, Vox y Ciudadanos, arremetieran contra el PNV. Así, la diputada de Vox Macarena Olona reprochó a los nacionalistas vascos ser tolerantes con ETA e intolerantes con la Guardia Civil. Y fue más lejos al terminar así su intervención: “ETA no hubiera sido nada sin la complicidad del PNV”.

Mientras, Edurne Uriarte, del PP, acusó a los nacionalistas vascos de “desentenderse” de las víctimas de ETA y de tener “un terrible agujero negro” con su “indiferencia” hacia las 376 víctimas que aún no han tenido sentencia justa.

“¿Es que la policía no investiga? ¿Es que no se puede levantar el velo de documentos que puede haber en torno al caso?”

PNV

“ETA no hubiera sido nada sin la complicidad del PNV”

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