- No hubo vuelco en Castilla y León. Ciudadanos evitó ayer una nueva situación embarazosa como la que vivió con los tránsfugas de Murcia, y los once diputados que le quedan tras el abandono de María Montero cerraron filas con el PP y votaron en contra de la moción de censura del socialista Luis Tudanca. El popular Alfonso Fernández Mañueco, quien gobierna con Francisco Igea (C’s), pudo respirar tranquilo tras los rumores de nuevas deserciones en C’s. El PSOE solo pudo conseguir 37 de los 41 votos que necesitaba, al sumar únicamente los dos de Unidas Podemos. La propia Montero, UPL y Por Ávila se abstuvieron. Ciudadanos celebró lo sucedido y se revolvió contra los socialistas, a quienes pidió que le dejen “morir en paz” en lugar de buscar sus contradicciones, nuevos episodios de transfuguismo, y su disolución total tras el fiasco de las mociones de censura impulsadas por los propios socialistas. El PP sale reforzado en Castilla y León y en Murcia, y se lanza también a por C’s. Eso sí, en Castilla y León pierde la mayoría absoluta por la ruptura de Montero.

En la votación, realizada por llamamiento, votaron en contra los 25 del PP, los 11 de C’s y la única representante de Vox. La jornada empezó con dudas sobre el sentido del voto de algunos procuradores del Grupo Mixto y del Grupo Ciudadanos, tras un fin de semana en el que la conversión en procuradora no adscrita de la salmantina María Montero abrió una grieta en la aparente unidad del partido naranja y alimentó la esperanza socialista. Sin embargo, a medida que avanzó la sesión plenaria y tras conocer a última hora del domingo que Por Ávila optaba finalmente por la abstención, la moción de censura fue perdiendo fuelle al conocerse que también se decantaban por la abstención los representantes de UPL y la propia María Montero.

Pese a sus esfuerzos por mantener viva la llama de la esperanza, Tudanca terminó apelando a que, pese al revés, no se va “a rendir” para ofrecer a la comunidad “el gobierno que se merece”. Criticó la “corrupción” del PP y su “historia negra”, y también a la forma en que C’s le ha dado continuidad con su pacto “comprado” en 2019 y ahora “comprado en diferido”. A partir de ahí, desgranó el que hubiera sido su programa de gobierno. Tras la intervención del candidato, Mañueco responsabilizó a Pedro Sánchez de esta maniobra y de la situación en Murcia y Madrid.

Igea, de C’s, dijo que el PSOE ha apoyado su moción en “mentiras” y dijo que estaba dirigida contra un “gobierno del pasado”, del PP, que ya no existe, porque ahora cogobiernan con C’s y “es diferente”. Tudanca y el portavoz de C’s, David Castaño, enterraron toda posibilidad de acuerdo entre ambas formaciones. “Déjenos morir en paz”, pidió C’s, irónico respecto al negro futuro que el socialista le augura a su partido.