- Por si la tensión no era suficiente con la retirada de la inmunidad parlamentaria a los tres eurodiputados de JxCat, la Justicia anunció ayer que revocaba inmediatamente el tercer grado a la mayoría de los presos del procés, anulando así por segunda vez la decisión de la Generalitat y añadiendo otro elemento de fricción en la relación entre Catalunya y el Estado español.

De esta forma, el juzgado de vigilancia penitenciaria número 5 de Catalunya suprimió el régimen de semilibertad al exvicepresident Oriol Junqueras, a los Jordis y a los exconsellers Jordi Turull, Josep Rull, Raül Romeva y Joaquim Forn. Todos ellos volvieron a ingresar en el día de ayer en el centro penitenciario de Lledoners (Barcelona).

La decisión se produce tras los recursos de la Fiscalía. En su auto, el titular del juzgado de vigilancia penitenciaria estima las peticiones del Ministerio Público y tumba el tercer grado del que disfrutaban estos siete reclusos desde el pasado mes de enero, cuando la conselleria de Prisiones de la Generalitat les concedió por segunda vez la semilibertad -ya había sido tumbada en una primera ocasión por los tribunales-.

Por el contrario, la expresidenta del Parlament Carme Forcadell y la exconsellera de Justicia Dolors Bassa seguirán disfrutando del tercer grado -que les permite salir a diario y regresar a la cárcel solo a dormir, de lunes a jueves-, puesto que el juzgado del que dependen las cárceles donde cumplen condena no se ha pronunciado aún sobre el recurso de la Fiscalía.

Los autos sobre los siete presos de Lledoners sostienen que la concesión de la semilibertad es “prematura” y “precipitada”, y ahonda en la tesis de que los internos no asumen que cometieron delito alguno.

El magistrado Mariano David García, suplente en el juzgado de vigilancia, enmienda así la plana a la jueza titular, que el pasado mes de julio avaló la concesión del tercer grado a los presos del procés, aunque se lo suspendió a la espera de que el Supremo se pronunciara.

El juez considera “llamativo” que los nueve presos del procés hayan seguido idéntico recorrido penitenciario, cuando lo habitual es que personas implicadas en unos mismos hechos tengan una “evolución diversa y, en consecuencia, una respuesta individualizada”.

Como cabía esperar, la decisión de los tribunales no sentó nada bien en el seno de la Generalitat, que mostró su enfado y lamentó la “venganza” que muestra la Justicia española.

Según el vicepresident en funciones, Pere Aragonès, la revocación del tercer grado muestra “injusticia” y “vergüenza” por parte de los tribunales. “De nuevo recortando los derechos y libertades más básicos, de nuevo la vergüenza, de nuevo la venganza”, publicó el dirigente de ERC en su cuenta de la red social Twitter.

Por su parte, la consellera de Justicia, Ester Capella, urgió al Ejecutivo español a impulsar una amnistía para los condenados por el procés, tras atribuir la revocación del tercer grado a los presos en Lledoners a la “presión dirigida por el Supremo” sobre los juzgados. “En vez de ir hacia adelante, vamos hacia atrás”, lamentó Capella en relación a los obstáculos judiciales en el diálogo con el Estado.

“La Justicia recorta de nuevo los derechos más básicos, de nuevo la venganza”

Vicepresident en funciones