- El Govern y el Ayuntamiento de Barcelona mostraron ayer su unidad institucional para rechazar y condenar la violencia en los disturbios contra la prisión del rapero Pablo Hasél y llamaron a la calma ya que “la violencia nunca es el camino”, según la alcaldesa Ada Colau.

El vicepresidente del Govern, Pere Aragonès; la consellera de la Presidencia, Meritxell Budó, y el conseller de Interior, Miquel Sàmper, se reunieron con Colau tras los graves disturbios del pasado sábado en la capital catalana en las protestas contra la prisión de Hasél, en los que un grupo de personas intentó quemar una furgoneta de la Guardia Urbana con un agente dentro.

El Govern y el consistorio barcelonés convocaron de urgencia esta cumbre, en la que resaltaron la buena colaboración entre los Mossos d’Esquadra y la Guardia Urbana, después de los disturbios del pasado sábado tras una manifestación en Barcelona que también reivindicaba la regulación de los precios del alquiler, la derogación de la ley Mordaza, de los antidisturbios de los Mossos y de la reforma laboral y la excarcelación de los líderes del “procés”.

Sàmper recordó que los disturbios se iniciaron hace dos semanas, lanzó un mensaje de “unidad institucional” y de “rechazo a la violencia” y pidió que todos los grupos políticos condenen los altercados, porque una cosa es el derecho fundamental a la manifestación y a la protesta y, otra, ha dicho, “ejercer la violencia”.