- Pedro Sánchez hizo ayer cierta autocrítica al admitir que la desescalada diseñada en la primera ola del coronavirus se puso en marcha demasiado rápido pero se desentendió de responsabilidad alguna respecto a la segunda y la tercera. De hecho, aseguró que fue una lección de la que todo el mundo debería aprender para asumir el reto de evitar una cuarta. En su comparecencia para rendir cuentas sobre el estado de alarma, el presidente español admitió que “la cogobernanza, que ha funcionado bien en todos los ámbitos, pudo funcionar mejor en esa primera desescalada”, y apeló a la prudencia como un deber cívico y político, porque se corre el riesgo de que la llegada de las vacunas provoque una relajación antes de tiempo. Con su habitual tono optimista de cara a superar “esta maldita pandemia” en verano, el líder del PSOE respaldó el objetivo marcado por Sanidad de tener inmunizada al 70% de la población a final del periodo estival. Y para facilitar el camino, Sánchez hizo un llamamiento de “unidad” a todas las fuerzas de la Cámara baja porque “la sociedad está exhausta y espera humanidad y generosidad de la política”.

El PNV exhortó nuevamente al jefe del Ejecutivo a proporcionar “mayor seguridad jurídica” para la implementación de algunas medidas después de que el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) tumbara la restricción decretada por el Gobierno Vasco de cierre de la hostelería en municipios que entren en zona roja por su elevada incidencia de covid. El portavoz jeltzale en el Congreso, Aitor Esteban, recordó que varios territorios, entre ellos Euskadi, pidieron que se “reforzaran las herramientas jurídicas” a través de un ajuste en el decreto de alarma, y afeó a Moncloa por no haber querido concretar esta cuestión. “Yo creo que se debería haber hecho un intento de pactar una mayoría con los partidos que apoyaban esas medidas, como el adelanto del toque de queda”, censuró. En este escenario, reclamó a Sánchez, y de paso a la Unión Europea (UE), “certezas” sobre la llegada de vacunas para que haya “una correcta planificación”, así como un “último esfuerzo colectivo a la ciudadanía, correspondido por parte de las instituciones con plazos ciertos y concretos”. Y es que “las autonomías no la pueden hacer si tienen la información a dos semanas vista, y menos si la estrategia se va cambiando sobre la marcha”, puntualizó Esteban.

En opinión del PNV, en algunos momentos se ha establecido un marco comunicativo centrado en “una especie de carrera” de vacunación que no hace otra cosa que “trasladar presión a las comunidades, que son las que están sobre el terreno” y quienes implementan la estrategia”. Por contra, Esteban se congratuló de que Europa haya negociado la compra de vacunas de forma “conjunta” pese a los errores cometidos en términos de contratos, “sobre los que hay cierto oscurantismo”. “El objetivo debe ser que Bruselas exija las vacunas comprometidas, dinamizar el tejido industrial para aumentar la producción y seguir potenciando la investigación, muy importante para el futuro y para el seguimiento de las nuevas cepas que se producen, valoró el jeltzale, preocupado sobre los controles que se producen en el tráfico internacional de viajeros en aeropuertos como el de Barajas, “cuando se restringe el movimiento entre autonomías o incluso entre municipios, como en Euskadi”.

La intervención del portavoz del PNV ahondó finalmente en su exigencia al Gobierno de Sánchez a que aparque “absolutamente” el debate en torno a la Semana Santa, instándole a “trabajar y planificar como si no existiera”. “Si no, podemos encontrarnos con un retroceso”, avisó. No en vano, fueron varios los partidos que se posicionaron en los mismos términos respecto a este asunto. El portavoz de Unidas Podemos en el Congreso, Pablo Echenique, le conminó al presidente que no empiece a hablar de “salvar la Semana Santa” porque solo conduciría a una cuarta ola, a tener más fallecidos y más cierres de negocios. Mertxe Aizpurua, de EH Bildu, requirió asimismo que no se vuelvan “a mandar mensajes como el de salvar la Navidad”, y demandó que se amplíen las herramientas de autogobierno frente a la pandemia, porque las comunidades “gestionan dentro de los márgenes que el Gobierno establece, y es obvio que no es suficiente”. La dirigente de la coalición soberanista lamentó que en su discurso Sánchez haya pedido la unidad de todos, cuando esta no cabe “con quienes pretenden establecer una agenda de recortes y austeridad”. Por su parte, la líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, emplazó al socialista a aclarar qué va a pasar con la Semana Santa y si se van vivir unas “Navidades dos”. “Le pido por favor que no se vuelvan a esconder como hicieron entonces”, profirió.

En esta espiral diabólica de la crisis sanitaria, y con las empresas, en especial las de hostelería, exigiendo ayudas; Sánchez, que tiene pocas esperanzas en lograr la colaboración del PP, anunció un “paquete adicional” de 11.000 millones de euros para empresas, pymes y autónomos. “Se trata de una cantidad importante de recursos para afrontar lo que tenemos por delante, en sectores que eran competitivos antes de la pandemia, como el sector turístico, la hostelería y la restauración. Son 11.000 millones de euros para reforzar la solvencia de sus balances, y puedan así retomar su actividad, hacer las inversiones necesarias y contratar a los trabajadores que requieren para iniciar en plenitud de facultades la recuperación económica”, se explayó el presidente del Gobierno español. El diseño del plan corre a cargo de la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, que está cerrando la negociación con el Banco de España y los bancos. “El plan de actuaciones incluirá un fondo para quitas y otro para la recapitalización de pymes”, afirma Moncloa.

A juicio de Sánchez, “la recuperación es una esperanza firme, cuenta con unos medios económicos sin precedentes que la hacen real. La recuperación económica debe ser social, pero también emocional. Porque no solo se van a ver recuperados los bolsillos y las arcas públicas, sino también los ánimos de las personas”, destacó, mirando de reojo a unos datos sanitarios más positivos. “No podemos bajar la guardia. Pero hemos logrado bajar la incidencia en un 62% en los últimos 14 días. La situación sigue siendo grave, pero la tendencia es a la baja, gracias a las medidas tomadas. Se muestra que el estado de alarma y la cogobernanza funcionan”, recalcó Sánchez.

Sin embargo, el PP, cercado todavía por su hundimiento electoral en Catalunya, no le da tregua. Su líder, Pablo Casado, apeló a celebrar antes del verano un debate sobre el estado de la Nación. “Es usted el que niega la realidad, el que niega los cinco millones de parados y el que niega que en Bruselas está planteando los recortes sociales que su partido hizo hace 10 años con usted sentado de diputado”, le espetó el popular, acusando al Ejecutivo de coalición de “mentir” con las cifras de fallecidos por la pandemia. “¿Quién miente? ¿El INE, la Seguridad Social, el Instituto de Carlos III o mienten ustedes?”, le cuestionó.

“La cogobernanza, que ha funcionado bien, pudo hacerlo mejor en la primera desescalada”

Presidente del Gobierno español

“Debía haber pactado con los que pedían ahora medidas como adelantar el toque de queda”

Portavoz del PNV en el Congreso

“Gestionamos dentro de los márgenes que el Gobierno fija, y es obvio que no es suficiente”

Portavoz de EH Bildu en el Congreso