- Con la llegada de cada fin de semana, la Ertzaintza se enfrenta a un nuevo reto por la proliferación de encuentros de personas, en la forma de botellones, fiestas privadas o similares, que incumplen las actuales restricciones sanitarias fruto del coronavirus. Los participantes solo coinciden en que "se resisten a cumplir las normas de salud pública". Por lo demás, se trata de grupos "heterogéneos", según explicó ayer el vicelehendakari primero y consejero de Seguridad, Josu Erkoreka, que incluyen a "negacionistas puros"; a gente que no quiere renunciar a su "gozo y disfrute" pese a la pandemia; y, lo más preocupante, a grupos que "vía redes, se citan en lugares determinados con todo preparado para recibir a la Ertzaintza con piedras, con botellas y con el lanzamiento de otro tipo de mecanismos de guerrilla urbana que a veces se vienen utilizando".

El Gobierno Vasco y el PNV han afirmado que en los incidentes con la Ertzaintza que se han producido en enclaves como Santurtzi, Igorre, Pasaia o Donostia, se aprecia cierta organización por parte de los alborotadores. Esta circunstancia, junto a las pintadas y carteles que han aparecido en esas zonas, liga los altercados a "los jóvenes" de la izquierda abertzale, lo que ha derivado en la exigencia a EH Bildu para que los condene y emplace a los causantes a cumplir las restricciones sanitarias. El consejero delimitó ayer dicha organización con su referencia a los "mecanismos de guerrilla urbana". El propio presidente del EBB, Andoni Ortuzar, ha acuñado el término mozkorra borroka (lucha de borrachos) para definir estos hechos.

En una entrevista en Onda Vasca, Erkoreka aseguró que "no se puede empezar a lanzar piedras, botellas o manipular el entorno callejero para provocar accidentes por parte de la Ertzaintza" cuando acude a dispersar estas concentraciones. En los incidentes que tuvieron lugar el pasado 23 de enero en el barrio de Mamariga de Santurtzi, un conductor cruzó su vehículo en una calle de acceso para obstaculizar que patrullas de apoyo acudieran al lugar. La concentración ilegal de más de 30 personas se saldó con dos detenidos y dos agentes heridos.

El consejero de Seguridad insistió en que tanto la Ertzaintza como la Policía Municipal van a seguir esforzándose en el cumplimiento de la normativa vigente "de cara a garantizar la salud pública de la ciudadanía, es su misión y tienen que seguir en su empeño". Añadió que las restricciones fruto del covid-19 no están impidiendo el derecho a concentrarse en Euskadi, y las manifestaciones "se producen a cientos en la sociedad vasca en los últimos meses". En ocasiones ocurren, por tanto, "situaciones complejas de coerción física" cuando hay que "garantizar el cumplimiento de las normas de salud pública", lo que es aprovechado por "personas y colectivos para recuperar discursos, mensajes y planteamientos antisistema y anti-Ertzaintza que no son nuevos, que nos suenan de tiempos anteriores, que creemos finiquitados y que no se corresponden con el tiempo actual".

Erkoreka rehusó comentar las declaraciones realizadas por dirigentes de EH Bildu y Podemos respecto a una supuesta extralimitación de los operativos policiales, y aseguró que "cuando hay una actuación que excede los estándares establecidos en la propia normativa de la Ertzaintza o en la Ley de Policía vasca, hay mecanismos para esclarecer lo ocurrido o depurar responsabilidades", por lo que instó a usarlos, si hay razones para ello. Sobre los causantes de los altercados, concluyó que "no se pueden tomar la justicia por su mano".

El portavoz parlamentario del PSE y secretario general de los socialistas guipuzcoanos, Eneko Andueza, afirmó en Euskadi Irratia que "lógicamente, la Ertzaintza tiene la orden de hacer cumplir los decretos aprobados y las medidas establecidas". Añadió que "podemos estudiar el comportamiento que ha tenido, pero la cruda realidad es que algunas personas estaban haciendo lo que no se puede hacer, y la Ertzaintza se ha visto obligada a intervenir".

Por su parte, el delegado del Gobierno español en la CAV, Denis Itxaso, calificó de "muy lamentables" los últimos incidentes con grupos de jóvenes y llamó a "hacer pedagogía" para que "remitan y no solo por la acción policial". "Cuando es necesaria no queda otro remedio, pero hay que hacer pedagogía insistiendo en que esto no es un capricho, que este tipo de restricciones no se adoptan para estropearle la vida ni el plan del sábado a nadie, se adoptan porque hay mucha gente muriendo", aseveró en Radio Euskadi.

Josu Erkoreka también se refirió ayer al cambio legislativo anunciado por el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, para incorporar un régimen sancionador que permita impedir los ongietorris a presos de ETA cuando salen de prisión, y aseguró que ya se verá "cómo se plantea, en qué términos y con qué garantías, y si es o no aplicable en Euskadi en términos de razonabilidad".

"Quieren aprovechar estas situaciones complejas para recuperar discursos de otro tiempo"

Vicelehendakari primero y consejero de Seguridad