- El Parlamento de Nafarroa aprobó ayer con el único voto en contra de Navarra Suma una moción que insta al Gobierno español al acercamiento de los presos a sus lugares de arraigo social y familiar. En defensa de la iniciativa, Jabi Arakama, de Geroa Bai, señaló que es posible cuando la ley aboga por la reinserción de las personas presas, que no pierden su derechos, y el alejamiento incrementa los riegos para sus familiares, más en tiempos de pandemia. La portavoz del PSN, Inmaculada Jurío, recordó que su partido defiende “el cumplimiento de la legalidad”, y así en su día apoyó el alejamiento de estos reclusos como política excepcional porque ETA existía, pero hoy “ya no es un problema para la ciudadanía” porque desde 2018 “no existe”.

Por EH Bildu, Bakartxo Ruiz indicó que la política de dispersión no debió existir y a día de hoy las situaciones que perviven “deben acabar” para poner fin a riesgos y sufrimientos añadidos cuando “no tiene sentido” perpetuar “la venganza”, sino que hay que “avanzar en la convivencia”. Por Podemos, Ainhoa Aznárez dijo que todas las víctimas tienen derecho a la verdad, justicia y reparación, al tiempo que apostó por una memoria crítica y por el fin de la política penitenciaria de excepción en favor de un plan de integración de las personas presas.

También Marisa de Simón, de I-E, apostó por evitar el desarraigo de estas personas y por promover su inclusión y reinserción en lugar de “añadir una pena a la pena” tanto para las personas presas como para sus allegados. Por contra, el portavoz de Navarra Suma, Javier Esparza, mostró su “enorme decepción” con el PSN y le reprochó que pacte a cambio de seguir en el poder con quien “da la bienvenida” a los presos de ETA.

Galder Barbado y Aitor Zelaia dijeron ayer en el juicio en el que están acusados por tener explosivos destinados a la violencia callejera que rechazan todo tipo de violencia y que apoyan el “movimiento de la izquierda abertzale de forma pacífica”. La Fiscalía pide ocho años de cárcel.